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Un niño sale de la depresión tras conocer a un perro con vitiligo, su misma enfermedad

El pequeño Carter conoció Rowdy, un labrador con vitiligio y le cambió la vida.

La vida del pequeño Carter Blanchard cambió radicialmente hace dos años. Una pequeña mancha en la cara, que fue poco a poco haciéndose más grande, puso en alarma a su madre, que lo llevó al médico, donde conoció que el niño tenía vitiligo, una enfermedaden la que la piel pierde sus células pigmentarias (melanocitos). Esto puede producir la aparición de áreas descoloridas en distintas zonas del cuerpo, lo que incluye la piel, el cabello, la retina y las membranas mucosas.

A causa a esta enfermedad, Carter entró en una profunda depresión debido a su falta de autoestima y confianza en sí mismo. El pequeño se sentía raro, diferente. Se miraba al espejo y sus manchas blancas le producían miedo. Miedo a sentirse así.

"Un día lo iba llevar al colegio y la primera cosa que me dijo cuando entró al coche era que odiaba su cara y odiaba la manera en que se veía", confesaba Stephanie Adcock, madre del pequeño Carter, que buscó con ahínco una solución que ayudase a su hijo.Buceando en la red encontró las fotos de Rowdy, que no era precisamente otro niño con el que poder estar y compartir ratos. Para nada.

El mejor amigo

Rowdy es un perro labrador que, curiosamente, también padecía vitiligo, diagnosticado el mismo año que Carter. La madre del niño se fijó en ese perro, que era todo un influencer en las redes sociales, pero existía un gran impedimento: ellos vivían en Arkansas y el can en Oregon y económicamente era un proceso muy complicado de llevar.

Stephanie se puso en contacto con la dueña de Rowdy, Niki Umbenhower, le explicó lo que le pasaba a su hijo, preguntándole si podía su hijo conocerle. La mujer aceptó sin problemas aunque Stephanie no le contó el problema económico que tenían. Esta pidió un préstamo hasta que alguien se enteró y donó 5.000 dólares que permitían a ambos costearse el traslado y conocer así a Rowdy.

Al verlo, Carter volvió a recuperar la sonrisa. El feeling entre ambos provocó que el pequeño recuperase la confianza en sí mismo y volviera más contento a la escuela. Ahora, ambos buscan las maneras de verse más a menudo debido a los beneficios que Rowdy provoca en Carter.

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