La perrita ZsaZsa ostentaba un título muy poco agradecido: el premio en el Concurso de Perros más feos del 2018 celebrado en Petaluma, California. Sin embargo, esto la llevó a convertirse en la estrella viral del momento, apareciendo en diferentes programas de la televisión estadounidense.
La historia de esta hembra de bulldog inglés de 9 años no es nada halagüeña. Pasó prácticamente toda su vida en una perrera de Missouri hasta que tuvo suerte de encontrar a Megan Brainard, su nueva dueña. Ella vio la gran belleza interior de la perrita y la sacó de su cautiverio y abandono. En honor a la mítica actriz le puso el nombre de Zsa Zsa Gabor para resaltar lo todo lo especial que tenía la bulldog.
Megan, decidió presentar a su perrita al certamen de "el perro más feo del mundo" celebrado el pasado 23 de junio en Petaluma. Su gran fealdad -aunque bella por dentro- permitió a Zsa Zsa ganar tal galardón. Sin embargo, no ha podido disfrutar mucho de su premio dado que falleció en la madrugada del pasado martes 10 de julio
"Todavía estoy en shock", declaraba Megan, la dueña de la perrita a una cadena estadounidense. La bulldog inglés falleció entre la tranquilidad del sueño de Morfeo. Megan se lamenta porque "aún ni siquiera había procesado su victoria y su fama".
Un premio que promueve la adopción de perros
El cánido no tardó mucho en conquistar al jurado por su cara poco agraciada y babosa lengua. Una gran batalla que ganó a Rascal Deux, uno de los favoritos para hacerse con el galardón. Zsa Zsa recibió del mastín Martha, anterior ganadora, el premio al can más feo del mundo. Un galardón que tiene una dote de 1.500 euros y un viaje junto a su dueña a Nueva York para pasar su "belleza" en todas las televisiones.
Este certamen se convoca desde hace más de 50 años y tiene como fin promover la adopción de perros a los que nadie desea. Una excelente iniciativa que hace salir de la soledad y el abandono a una perrita como Zsa Zsa. De hecho, su propietaria, explicó los problemas de salud que tenía debido a la mandíbula y sus dientes haciéndola babear en exceso al tener dificultades para meterse la lengua.
