Manuela Carmena repetirá finalmente como candidata a la alcaldía de Madrid. Era una decisión muy esperada por el resto de los partidos que ocupan el pleno del Ayuntamiento, ya que puede determinar el perfil mediático de cada uno de cabezas de cartel a liderar la capital de España.
Carmena había mostrado amplias reticencias en un primer momento. Sin embargo, su núcleo duro (formado por Rita Maestre, Luis Cueto y Marta Higueras) han trabajado poco a poco para convencerla con dos argumentos: primero, la necesidad de ocho años para llevar adelante el proyecto político y, segundo, la debacle que experimentarían las listas sin Carmena como lideresa.
La regidora, sin embargo, había impuesto varias condiciones. Entre ellas, la salida de los díscolos más duros, entre los que se encuentra la polémica presidenta de los distritos de Usera y Arganzuela, Rommy Arce; el exconcejal de Economía y Hacienda Carlos Sánchez Mato; o la presidenta de los distrito de Moncloa-Aravaca y Tetuán, Montserrat Galcerán Huguet. Todos ellos forman parte del sector duro, representado en anticapitalistas y Ganemos Madrid, con quien la alcaldesa no ha mantenido nunca buenas relaciones.
La alcaldesa, a sus 74 años, ha tomado la decisión y únicamente espera cerrar los últimos flecos, de menor relevancia, con la lista que vertebra Ahora Madrid, es decir, Podemos.
La importancia de su número dos
La reelección de Carmena, sin embargo, no garantiza que tenga la intención de agotar su próxima legislatura. En este caso, hay especial interés en la persona que ocupará la segunda posición de la lista, ya que cuenta con todas las papeletas de dirigir el Ayuntamiento de forma interina en el caso de que Carmena se retire en un futuro próximo.
Las intenciones de la regidora, en un primer momento, pasaban por situar a Marta Higueras, con quien mantiene una estrechísima relación. Sin embargo Higueras, al parecer, no tiene la voluntad de llevar a cabo esta tarea.
Aquí surge el nombre de Rita Maestre. La portavoz del Ayuntamiento de Madrid ha conseguido labrarse cierto perfil mediático gracias a su cargo y su presencia en las ruedas de prensa.
La relación con Carmena es muy estrecha y tiene la posibilidad de formar un tándem muy atractivo para los votantes junto a Errejón, con un perfil regenerador y moderado, de cara a unos hipotéticos comicios madrileños en 2023.
Todo esto, mientras tanto, son hipótesis, pero sí hay algo que ya está confirmado: Manuela Carmena será la próxima candidata de Ahora Madrid a ocupar el Palacio de Cibeles.
El resto de los candidatos
El resto de los grupos sí que tienen problemas para encarar los comicios de 2019. A excepción de Ciudadanos, que con Begoña Villacís tiene una candidata reconocida a ojos de los madrileños; ni PP ni PSOE cuentan con pesos pesados.
En el PSOE dan por perdida la capital, y se encuentran a la espera de decidir si Purificación Causapié continua en el cargo. Su bajo perfil mediático y poco conocimiento general son un lastre para su campaña, por lo que falta esperar si habrá algún fichaje estrella similar al realizado con Gabilondo en la Comunidad.
Por otro lado, el PP vive una auténtica crisis en Madrid. La imagen de 'fosa séptica' que se ha vivido con espionajes, dossieres, acusaciones cruzadas, vídeos de supermercados... dejan en peligro la posibilidad de elegir nuevos candidatos.
De hecho, en Génova se teme que cualquier persona vinculada a la formación madrileña pueda contar con problemas en un futuro: "Ya no vale terminar con el adversario en el ámbito político, ahora también se permite destruir a la persona, la gente tiene miedo", relató un alto cargo del partido a varios medios de comunicación tras la salida de Cristina Cifuentes.
Ese es el problema del PP, que vive una interinidad alargada en el tiempo, con Martínez Almeida con líder por decisión de Cifuentes (Aguirre siempre quiso a Íñigo Henríquez de Luna). La alianza con Pablo Casado dejará que la exlíder popular en Cibeles pueda elegir a su cabeza de cartel, aunque no se descarta tampoco un outsider o que, directamente, se mantenga a Almeida sin desgastar a otro candidato. Esto, sin duda, sería la mejor confirmación de que los populares dan por perdida la capital.
