Joaquim Forn, exconsejero de Interior de Cataluña, ha dado positivo a la bacteria de la tuberculina, que causa la tuberculosis, en los análisis médicos realizados en la cárcel de Estremera. Es este el motivo por el cual, el pasado 7 de marzo, su abogado pedía la libertad condicional para Forn alegando "motivos personales", sin explicar las circunstancias concretas.
Forn, que permanece en la cárcel madrileña de Estremera desde que el 2 de noviembre fuera acusado de los delitos de sedición, rebelión y malversación, compartía celda hasta ahora con Oriol Junqueras. Los riesgos de esta enfermedad, altamente contagiosa, han propiciado el traslado a otra celda para el exconseller.
Las primeras informaciones apuntan a que la bacteria pudo ser detectada hace dos o tres semanas, aunque todavía se desconoce el nivel de gravedad o si Forn contrajo o no la enfermedad en la prisión.
El juez Llarena rechaza su petición de libertad condicional
Como comentamos anteriormente, el abogado de Joaquim Forn solicitó ante el juez Llarena el 7 de marzo la libertad privisional de su cliente, alegando "motivos personales". De nada le ha servido entregar los informes médicos, pues el magistrado ha vuelto a denegar la petición, ya que el tratamiento preventivo puede realizarse desde la cárcel. No obstante, deja abierta la puerta a una modificación de su decisión en caso de que se agrave la situación médica.
La principal razón que señala Llarena por la que ha rechazado nuevamente la libertad de uno de los presos catalanes es que, a su juicio, "el peligro no ha desaparecido con su afirmación del acatamiento a la Constitución española, sino que, dado su control de las masas y su participación en las explosiones de violencia, (el peligro) sigue subsistiendo".
Según relata El Nacional, basándose en fuentes próximas a la familia, los últimos acontecimientos han provocado que el estado de ánimo de Forn en Estremera sea muy bajo.
