El Movimiento de Sábado de Halloween está cogiendo cada vez más fuerza en la plataforma Change.org, donde ya lleva más de 23.000 firmas. El objetivo es llegar a 25.000 firmas y, aunque queda poco, nada garantiza que consigan hacer los cambios que desean en Halloween.
"¡Es hora de una celebración más segura, más larga y sin estrés! ¡Cambiemos Halloween al último sábado de octubre!", reza la iniciativa. La petición ha sido enviada incluso al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, según Fox News.
La propuesta defiende lo negativo que es cuando Halloween cae en día laborable y la peligrosidad de celebrarlo por la noche. Según afirman, un 82% de los padres no dan sistemas de iluminación para que los niños sean fácilmente detectados en la noche, y un 70% de ellos ni acompañan a sus hijos. Los datos que aportan cuenta hasta 3.800 lesiones al año por culpa de esta celebración por la peligrosidad que entraña.
Así, se basan en el fanatismo de la gente por esta celebración para decir que en realidad Halloween se merece todo un día entero el fin de semana en lugar de celebrarlo una noche o dos entre semana, cuando los niños tienen que volver pronto a casa para madrugar al día siguiente.
Hay gente en contra de la petición
No todos los comentarios son a favor de este cambio, pues también hay gente que ven un motivo económico en esta modificación de fecha: "¡Mientras más personas hacen 'truco o trato', más trajes se venden, más dinero hay en su bolsillo!". Así, si se cambiara la fecha y más personas pudieran participar, haría que se consumieran más disfraces y golosinas, lo cual parece molestar a algunos ciudadanos estadounidenses.
Otros, sin embargo, se abalan en el origen de Halloween como justificación para mantener el día: "Esto es ridículo. La gente ya lo celebra el fin de semana anterior, independientemente del día de la semana en el que caiga (...) Halloween es una fiesta religiosa para algunas personas".
Al parecer, algunos relacionan Halloween con la festividad religiosa que aquí llamamos el Día de Todos los Santos, y por eso es inamovible. Sin embargo, aquí en España poco éxito tiene este carnaval fantasmagórico e incluso los que ven la festividad más como un evento religioso rechazan estas modas estadounidenses que llegan a España.
