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Un enfermero alemán confiesa haber asesinado a 100 pacientes "por aburrimiento"

Es considerado el mayor asesino en serie de la historia criminal alemana desde la Segunda Guerra Mundial.

El enfermero alemán Niels Högel de 41 años, se ha confesado culpable de la muerte de hasta 100 pacientes durante uno de los juicios en el proceso abierto contra él por la Audiencia de Oldenburg. El imputado estaba ya condenado a cadena perpetua desde 2015 por dos asesinatos y tres intentos.

Sus asesinatos fueron descubiertos en primera instancia en verano de 2005, tras ser sorprendido por una compañera de trabajo mientras envenenaba a un paciente. A partir de ese momento, se abrió un proceso judicial contra él, en el que se tiró del hilo y se revelaron aun más muertes sospechosas de pacientes a su cargo. Finalmente, el acusado confesó que entre 2003 y 2005 había inyectado, como enfermero, dosis mortales de medicamentos a unos 90 pacientes.

El acusado asegura que actuó
"El acusado asegura que actuó "por aburrimiento""

Las investigaciones no han cesado desde entonces, hasta la apertura ahora de una nueva acusación formal por hasta 106 asesinatos, de los cuales ya hay probados un centenar. Los investigadores y la Fiscalía relacionan al sanitario con la muerte de pacientes en dos de las clínicas en las que trabajó: casi 70 en el centro de Delmehorst y más de 30 en un otro de Oldenburg.

Confiesa que actuó "por aburrimiento"

El imputado respondió afirmativamente a la pregunta sobre si se reconoce culpable de los cargos que se le atribuyen. Según su relato, actuó "por aburrimiento" y para demostrar sus capacidades como enfermero cuando intentaba reanimar a alguien que previamente había intoxicado. Cuando no era capaz de salvar lo que él mismo había provocado y el paciente moría, se prometía no volver a hacerlo, pero sus propósitos "se desvanecían con el tiempo".

Högel se cubre el rostro durante un juicio
"Högel se cubre el rostro durante un juicio"

Para darle forma a la acusación, se precisó la exhumación de algunos difuntos enfermos, proceso complicado, teniendo en cuenta que una parte de ellos estaban enterrados en Turquía. El objetivo era poder determinar la presencia de las sustancias que habrían podido causar una muerte por sobredosis.

Aunque relata lo bien que se sentía cuando conseguía reanimarlos y lo destrozado que le dejaban las muertes, sus crímenes lo han convertido en el mayor asesino en serie de la historia criminal alemana desde los crímenes nazis de la Segunda Guerra Mundial. 

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