Si hay un grupo que cuenta con numerosas anécdotas son los empleados que trabajan de cara al público. Enfrentamientos con los clientes o peticiones de comida extravagantes son algunos de los ejemplos más comunes. Sin embargo, hay sectores en los que estas anécdotas llegan incluso a viralizarse.
Es el caso de Payton Dow, un trabajador en un sex shop que ha decidido contar a través de las redes sociales las peticiones que ha recibido a lo largo de su trayectoria. Trabajar durante siete años como dependiente de un sex shop permite conocer los fetiches más extravagantes de los clientes y parece que algunos de ellos han quedado imborrables en su memoria.
Marido a cuatro patas, esposarse en el baño o petición de matrimonio
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Dow ha narrado algunas de sus anécdotas más extravagantes: "Le dije a una mujer que no podía entrar con su bebé dentro de la tienda, pero resultó ser su novio en un cochecito". Tras escuchar esto, muchos de los usuario acusaron inmediatamente a la mujer de pedófila.
Y esa no es de las más sorprendentes. Un cliente una vez le pidió que le esposara en el baño y le diera de comer pepitas de chocolate de colorines de las que se usan para decorar en pastelería. Asimismo, cuenta que otra clienta le preguntó si quería ver un cachorro y cuando salió fuera para verlo se encontró a su marido a cuatro patas y atado en un árbol.
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En otra ocasión incluso presenció una pedida de mano, en la que un hombre pedía matrimonio a su novia comprándole el vibrador más caro de toda la tienda. Parece que este suceso causó una risa inminente entre todos sus seguidores por lo original que era la propuesta. Estas y muchas más anécdotas llenan la cuenta de TikTok de este vendedor de juguetes sexuales, la cual cuenta ya con casi 100.000 seguidores que esperan expectantes a que cuente su próxima anécdota.
