Antiguamente la humanidad descubrió que la mejor forma de protegerse ante las epidemias era la higiene, y está demostradísimo que es lo mejor que se puede hacer para prevenir infecciones. Esto está concebido para cualquier persona como algo empírico... ¿no? Al parecer no.
La desesperación para mantenerse a salvo de una pandemia que azota a todo el mundo desde 2020 lleva a tomar medidas aún más desesperadas, y aquí hace su aparición estelar la pseudociencia. A lo largo de este tiempo, hemos visto todo tipo de métodos para prevenirnos del coronavirus: beber dióxido de cloro (no lo hagáis, por favor, que en España está muy difundido) o inyectarse desinfectante (lo propuso Donald Trump, así que es mala idea), entre otros disparates.
Pero ahora los promotores de las pseudociencias ha comenzado a difundir otra nueva forma de protección: embadurnarse con estiércol y orina de vaca, vendiendo que así se pueden evadir del coronavirus. ¿Qué podría salir mal, además de infecciones de todo tipo? Pues así se ha comenzado a promover en India, donde la vaca es considerado como animal sagrado y sus cifras de coronavirus son devastadoras.
Por eso, se ha comenzado a difundir la creencia de que realizar este ritual logra proteger de la Covid-19. Se está realizando en el estado hindú de Gujarat, al que acuden múltiples personas cada semana. Después de embadurnarse de excrementos y orina de vaca, hacen una sesión de yoga que dura hasta que esta mezcla se solidifica en su piel.
La desesperación
Lejos de ser tema de risa, es algo muy preocupante dado que la pseudoterapia y el rédito que se busca extraer del miedo de la gente es su motor principal. Tal y como dijo uno de los defensores de este ritual, si el ungüento se solifica en la piel es porque "el cuerpo ya ha absorbido la vitamina B12". Esto es mentira y es una forma de aprovecharse del terror ajeno.
La desesperación surge teniendo en cuenta que India es un país donde la Covid está azotándolo de forma fulminante, con unas 4.000 muertes diarias y otros tantos miles de contagios diarios. La base de esta desesperación y estas cifras está en un sistema capitalista y occidentalizado que deja fuera del sistema a los países periféricos, lo cual deriva a aferrarse a estas pseudociencias, por disparatadas que parezcan.
A pesar de todo, son muchos los médicos y doctores que alertan de los riesgos y enfermedades que puede ocasionar cualquier tipo de pseudociencia; especialmente, embadurnarse en heces. Por mucho que el ritual termine con un baño de leche y agua para retirar el estiércol, sigue siendo peligroso para la salud.
La conclusión de esto es que las pseudociencias deben desestimarse como posible solución, siempre. Al igual que tampoco se puede culpabilizar a quienes las practiquen, porque se dejan llevar por la desesperación del desamparo estructural.
