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Elisa y Marcela: el primer matrimonio homosexual de España se hizo en una Iglesia en 1901

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se casaron el 8 de junio de 1901, adelantándose un siglo a la regularización oficial de estos enlaces.

Elisa y Marcela: el primer matrimonio homosexual de España se hizo en una Iglesia en 1901

Marcela Gracia Ibeas y Elisa Sánchez Loriga se casaron el 8 de junio de 1901, adelantándose más de un siglo a la legalización del matrimonio homosexual, que en España se aprobó en 2005. Para que el párroco Víctor Cortiella les concediera el 'sí quiero' en la Iglesia San Jorge de A Coruña, Elisa tuvo que hacerse pasar por un hombre, Mario Sánchez. 

Estas dos maestras se conocieron cuando estudiaban magisterio en una institución religiosa, cuando España era un lugar profundamente católico y conservador. Por este motivo, resulta sorprendente que fuera la misma Iglesia quien permitiese y oficiase el primer matrimonio homosexual de la historia del país, aunque fuese en secreto. Pero el engaño pronto se descubrió, por lo que ambas mujeres fueron perseguidas por las instituciones y sometidas a escarnio público. 

Así se cuenta en el libro 'Elisa y Marcela: amigas y amantes', del catedrático Narciso de Gabriel, con el que pretendió reconstruir "hasta donde fuese posible" un hecho histórico que ya se ha convertido en largometraje de la mano de Isabel Coixet. Según ha explicado a El Diario el autor del texto, que se ha encargado de coescribir junto con Coixet la película que ahora llega a Netflix, "Elisa y Marcela solamente se dejan ver en la medida en que los poderes judiciales, eclesiásticos, académicos o mediáticos se ocupan de ellas. De modo que el relato de sus vidas [...] presenta múltiples lagunas". 

"Un matrimonio sin hombre"

La Voz de Galicia publicó la historia de Elisa y Marcela en 1901
"La Voz de Galicia publicó la historia de Elisa y Marcela en 1901"

De Gabriel conoció la historia cuando estaba "investigando los expedientes disciplinarios instruidos al magisterio gallego durante la segunda mitad del siglo XIX y comienzos el XX". Entre documentos de expedientes a maestros y maestras de la época, descubrió uno en el que iba adjunta una noticia de La Voz de Galicia del 22 de junio de 1901 que rezaba: "Asunto ruidoso: un matrimonio sin hombre". El catedrático se quedó tan fascinado con la historia que tuvo investigar mucho para poder escribirla en un libro. 

"Si Marcela y Mario, una vez casados, hubiesen tomado otra dirección, podrían haber vivido el resto de sus días como mujer y marido", explica el autor de la novela. Cuando las descubrieron al volver a Dumbría, donde habían vivido hasta entonces como dos mujeres, la prensa transformó su matrimonio homosexual en uno "sin hombre". Además del escarnio público, por aquel entonces también se desató un debate al respecto, sobre si era adecuado o no informar sobre este tipo de sucesos, por si esto provocaba que muchos sucumbieran a la "tentación crematística".

La Voz de Galicia apodó a la pareja como 'matrimonio sin hombre', lo que "suscitó la condena de algunos, la compasión de otros y la admiración de Emilia Pardo Bazán, que atribuía una inteligencia nada común a Elisa Sánchez Loriga, capaz de urdir y ejecutar un proyecto quimérico", según el autor de la novela."La gente estaba fascinada por la transgresión sexual que el caso entrañaba, pero también, por la transgresión de género protagonizada por Elisa".

El sufrimiento de dos mujeres por vivir su amor

Natalia de Molina y Greta Fernández interpretan a Elisa y Marcela
"Natalia de Molina y Greta Fernández interpretan a Elisa y Marcela"

A día de hoy hemos podido conocer la historia de Elisa y Marcela gracias al estudio de Narciso de Gabriel, y otros muchos estudios de historia con perspectiva LGTBI. Ahora, con la película de Isabel Coixet se trata de remarcar que el matrimonio homosexual no se legalizó en España hasta 2005, proponiendo esta historia como un ejemplo más del sufrimiento que tuvieron que pasar dos mujeres para poder vivir su amor. Una realidad que todavía se sufre en 72 países de todo el mundo, donde la homosexualidad está penada por ley, de los cuales en 14 se castiga con penas de cárcel, y en 13 con la pena de muerte. 

El ejemplo de Elisa y Marcela, llevado al papel y después a la pantalla, sirve como el recuerdo de una de las primeras parejas homosexuales que se atrevieron a plantar cara a su situación legal en nuestro país. Una lucha, que aunque sigue consiguiendo muchos avances  con el paso de los años, todavía sigue abierta en contra de las desigualdades que el colectivo LGTBI sufre a diario. 

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