Los ciudadanos rusos se han movilizado por todo el país en contra de la decisión de su presidente, Vladímir Putin, de movilizar a 300.000 reservistas para acudir al frente en Ucrania. Se trata de la primera movilización de población desde la Segunda Guerra Mundial.
"Yo no voy a morir por Putin", era una de las proclamas que se ha escuchado en las manifestaciones. Las protestas se han repetido en las principales ciudades del país, desde la parte más oriental hasta Moscú y San Petersburgo, con 1.400 detenidos.
Los gritos de "¡No a la guerra!" han sido los predominantes durante las marchas, donde el tono pacífico ha sido el destacado por parte de los movilizados. Varias cuentas vinculadas a la oposición, entre ellas las del dirigente encarcelado Alexéi Navalni, han difundido vídeos con las protestas ciudadanas por toda Rusia.
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La actuación de la Fiscalía
La Fiscalía rusa ha emitido un comunicado en el que ha advertido a los manifestantes: "En internet, incluidas las redes sociales, se ha publicado información llamando a la participación en acciones públicas en Moscú y la comisión de actos ilegales" que, asegura, no han sido coordinadas con las autoridades, por lo que podrían calificarse como una infracción administrativa por la "violación del procedimiento establecido para organizar o celebrar una reunión, manifestación, marcha o piquete".
La organización y participación de movilizaciones consideradas ilegales se castigará, ha señalado la Fiscalía, con hasta 15 años de cárcel. Además, se sancionará administrativa o penalmente la difusión de llamamientos a participar en acciones ilegales o realizar otros actos ilegales en redes sociales.
La organización de derechos humanos OVD-Info ha denunciado que ha habido casos en los que han intentado en las comisarías de policía que los detenidos acusaran recibo de citaciones a cantones de reclutamiento para acudir a la guerra.
