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Depresión y bullying: la dura infancia de la activista Greta Thunberg contada por su madre

La madre de la conocida activista ha decidido plasmarla infancia de su hija en un libro que próximamente verá la luz en España.

Depresión y bullying: la dura infancia de la activista Greta Thunberg contada por su madre

Greta Thunberg es una joven activista contra el cambio climático de 16 años que ha alcanzado relevancia un año después de sentarse sola a las puertas del parlamento ruso. Sus intervenciones en la ONU o ante el Foro Económico de Davos la han convertido en candidata a ganar el premio Nobel de la Paz.

Su madre, Malena Ernman, ha decidido escribir un libro, 'Scener ur jhärtat'(Ed. Polaris, 2018), en español 'Escenas del corazón', donde cuenta la historia de la familia. Esta biografía, que próximamente se publicará en España, cuenta los años en los que Greta, sus padres y su hermana vivían viajando por Europa siguiendo la carrera de su madre.

Ernman participó en el concurso de Eurovisión 2009. Su marido, el actor Svante Thunberg, era quien más se ocupaba de las niñas. Los tres acompañaban a la mezzosoprano en óperas de grandes capitales europeas.

"En invierno, nos sentamos en el suelo en viejos y luminosos apartamentos y jugamos con las niñas. En primavera dábamos paseos juntos por parques en flor. Nuestro día a día era incomparable. Nuestra vida cotidiana era simplemente maravillosa", cuenta Ernman.

Un cambio radical

Pero todo se truncó cuando Greta comenzó el quinto curso, pues la pequeña no se encontraba bien: "Llora por la noche cuando está en la cama. Llora camino del colegio. Llora en clase y en los recreos. Sus maestros llaman todos los días a casa. Svante debe ir a por ella y traerla a casa", relata su madre.

"Caí en depresión, dejé de hablar y dejé de comer", según ha contado la propia Greta Thunberg en un célebre TED-Talk. Aquello fue un calvario familiar. La niña perdió en dos meses diez kilos. Ante la insistencia de los padres para que comiera - "¡Come de una vez! Tienes que comer ¿Comprendes? ¡Si no, te vas a morir!", le llegaron a gritar los padres presos del miedo -, Greta empezó a sufrir ataques de pánico. "Dio un grito cómo nunca jamás la habíamos escuchado gritar. Dio un grito que duró 40 minutos. No la habíamos escuchado gritar así desde que era un bebé", se puede leer en una de las partes de la biografía.

Greta Thunberg, participando en una manifestación en Bruselas
"Greta Thunberg, participando en una manifestación en Bruselas"

Greta terminó contando a sus padres que era víctima de bullying por parte de sus compañeros en el colegio. Estaba marginada, la miraban mal e incluso en alguna ocasión llegaron a agredirla físicamente. A pesar de que los padres pusieron esta situación en conocimiento del centro, la respuesta no fue la adecuada y culparon a la culpa a la pequeña: "La dirección piensa de otra forma [...] varios alumnos dijeron con insistencia a la dirección que Greta se comporta de modo extraño, que habla demasiado bajo y que nunca saluda", escribe Malena Ernman.

Interés medioambiental

Su interés medioambiental comenzó a forjarse en el colegio, poco antes de ser diagnosticada de autismo y trastorno obsesivo compulsivo a raíz de ver un vídeo de la Isla de plástico del Océano Pacífico. Estas imágenes, que desarrollaron su interés por el planeta, la han llevado a convertirse en una activista a nivel mundial, y se ha tomado un año sabático para dedicarlo en exclusiva a la causa ecologista.

Pero Greta, antes de llegar a donde ha llegado, comenzó luchando en su casa para que todos fuesen más respetuosos con el medio ambiente. Así, prescindieron del avión por ser demasiado contaminante y también dejaron de comer carne. Su medio de transporte es un coche eléctrico, con el que, tardaron cinco días en llegar de Suecia a Londres.

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