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Política

Debemos corregir las deficiencias de nuestro sistema educativo y de investigación

Mejorar nuestro sistema educativo y de investigación es una de las principales claves para superar los desafíos a los que se enfrenta nuestro país.

Lograr mejorar nuestro sistema educativo y de investigación es una de las principales claves para superar los desafíos a los que se enfrenta nuestro país. Se hace imprescindible realizar una reforma educativa con la suficiente coherencia y rigor que nos permita avanzar hacia una España más cohesionada, igualitaria y próspera.

El tiempo nos ha demostrado que reformar la norma educativa con cada cambio de Gobierno es inviable. Por ello defiendo un gran Pacto de Estado entre alumnos, familias, profesores y administraciones que garanticen su permanencia e introduzcan las reformas necesarias para corregir las deficiencias de nuestro sistema educativo.

Esta permanencia de la norma que acabo de plantear no sería posible sin una Ley de Financiación de la Enseñanza que asegure a corto, medio y largo plazo los medios humanos y materiales necesarios.

Además, debemos apostar por una enseñanza pública de calidad, ampliando la red pública desde educación infantil hasta enseñanzas superiores. Estableciendo un riguroso control en los centros sostenidos con fondos públicos para evitar la segregación por sexo o cualquier otra condición.

La reforma definitiva del sistema educativo, nuestra tarea pendiente
"La reforma definitiva del sistema educativo, nuestra tarea pendiente"

Hacia una enseñanza que valore el esfuerzo

Caminemos hacia una enseñanza que valore el aprendizaje, la excelencia y responsabilidad, el esfuerzo y que valore el reconocimiento de los profesores como verdaderos expertos en materia educativa. Reduzcamos el número de asignaturas en cada curso e implantemos un currículum más realista.

Que tome como base el trabajo del alumno y no sólo las horas lectivas. Además, debemos fomentar la investigación, potenciando programas como el Ramón y Cajal. Por último, y no por ello menos importante, debemos establecer una evaluación continua del sistema educativo, en todos y cada uno de sus niveles. Pruebas externas por parte de alumnos y titulados que sean eficaces y agilice los trámites burocráticos.

En definitiva, caminemos hacia una educación del siglo XXI.

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