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Política

Radiografía de las elecciones en Andalucía partido a partido: euforia, reflexión y desunión

El 19 de junio ha teñido de azul Andalucía dando alas a la derecha y dejando a la izquierda especialmente tocada.

Radiografía de las elecciones en Andalucía partido a partido: euforia, reflexión y desunión

Ha arrasado. Las encuestas le daban como vencedor en las elecciones autonómicas de Andalucía que tuvieron lugar el 19 de junio, pero estaba en el aire la duda de su podría gobernar en solitario o tendría que apoyarse en la extrema derecha. Finalmente, Juanma Moreno Bonilla ha obtenido una victoria incontestable habiendo obtenido una mayoría absoluta con la que podrá revalidar su mandato, esta vez en solitario y sin tutelas.

Las cifras son atronadoras. Andalucía, histórico bastión de la izquierda, ha dado un giro de 180º grados para otorgar a las derechas (PP y VOX) 72 escaños frente a los 37 para las izquierdas (PSOE, Por Andalucía y Adelante Andalucía). Con estos resultados, ¿qué lecturas se hacen en cada partido?

'Tsunami' Moreno Bonilla

El gran y único triunfador de la jornada electoral ha sido Juanma Moreno Bonilla. El líder del Partido Popular andaluz supera la mayoría absoluta al hacerse con 58 escaños, una cifra que nunca había conseguido la formación conservadora en este territorio (ni Javier Arenas cuando en 2012 ganó con 50 escaños pero no pudo gobernar).

Supone más del doble de los 26 que el popular había conseguido en 2018, cuando amasó 750.778 votos que ahora se han convertido en casi 1,6 millones. Con esto, ha teñido de azul toda Andalucía pues el PP ha ganado en todas las provincias y en las ocho capitales de provincia, algo que nunca había conseguido.

A Moreno le ha servido no arriesgar demasiado y ponerse de perfil ante la ultraderecha para jugar a la moderación. Modelo opuesto al de Isabel Díaz Ayuso en Madrid, con un perfil más radical. Sin embargo, ambos han supuesto las grandes victorias del PP en España (Alfonso Fernández Mañueco necesitó a VOX, con el que gobierna en Castilla y León, algo que ahora, desde la formación conservadora, lo atribuirán a un traspiés por la anterior gestión de Pablo Casado).

Solidifica de esta manera un cambio de ciclo que va mas allá de San Telmo pues también supone un gran éxito para el nuevo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, complicando el futuro de Pedro Sánchez en La Moncloa.

Reflexión en el PSOE

Si en 2018 el PSOE firmó su peor resultado en Andalucía, cuando Susana Díaz sumó 33 diputados, el resultado del 19J ha sido incluso peor. Tras conocer los resultados, Juan Espadas salió cabizbajo ante la militancia. Y no es para menos. Con 30 escaños, por primera vez en la historia, la formación se ha quedado por debajo del millón de votos.

Profunda reflexión la que tiene que hacer la formación socialista pues sus cimientos crujen a menos de un año de las municipales a lo que hay que sumar las generales para las que el PP ya ha cogido carrerilla. El Gobierno central tiene un problema serio a la hora crear relato y saber vender los importantes avances sociales de su gestión, que no están llegando a la ciudadanía.

Pedro Sánchez no parece que vaya a llevar a cabo un cambio en el gobierno como hizo tras la debacle en Madrid, pero nadie descarta que el cambio de estrategia incluya algunos ajustes en el partido que podrían producirse con la entrada de un nuevo curso político. Es imprescindible que los socialistas pasen a una ofensiva para la que no cuentan con referentes indiscutibles en el partido.

El fiasco de Olona

Aunque VOX crece en Andalucía, lo que podría traducirse como un buen resultado, en realidad se trata de un fracaso para la formación ultraderechista. Todas las encuestas otorgaban más escaños a Macarena Olona hasta el punto de que se planteaba la posibilidad de que fuera vicepresidenta de la Junta por un paco con Bonilla. No será así y la recientemente empadronada en Salobreña será absolutamente prescindible en el próximo Ejecutivo.

VOX apostó fuerte colocando a uno de sus pesos pesados como candidata en Andalucía. Con ella esperaban repetir lo sucedido en Castilla y León y entrar en otro gobierno autonómico (a pesar de que no creen en las autonomías).

Con una "folclórica" campaña cargada de topicazos andaluces, VOX no ha podido con el 'tsunami' Bonilla y crece solo dos escaños, pasando de 12 a 14. ¿Han tocado techo los de Santiago Abascal?

La fulminación de Ciudadanos

Poco se puede decir de Ciudadanos mas que dar el pésame. Dos legislaturas han aguantado los naranjas en el Parlamento Andaluz después de entrar en 2015 con 5 escaños para escalar a los 21 en 2018, lo que permitió a Juan Marín ser vicepresidente tras pactar con el PP y encumbrar a Juanma Moreno a la presidencia.

El PP absorbe por completo a los liberales, que desaparecen. Así, Cs sufre una nueva hecatombe tras las sufridas en Cataluña, Castilla y León y la Comunidad de Madrid, donde también saltaron de la vicepresidencia a la extinción.

Con la dimisión de Juan Marín como líder de Cs en Andalucía, pocas dudas caben de que el partido de Inés Arrimadas tiene las horas contadas. Muy cara ha salido la última etapa de Albert Rivera.

Por Andalucía y Adelante Andalucía: el precio de la división

De más a menos. Así ha ido la izquierda andaluza en los últimos comicios en Andalucía desde que en 2015 obtuviera 20 escaños (15 de Podemos Andalucía con Teresa Rodríguez y 5 de Izquierda Unida con Antonio Maíllo), para en 2018 pasar a 17 escaños con Adelante Andalucía, de nuevo con Rodríguez.

De cara al 19J, sin embargo, la división ha sido la tónica provocando importantes heridas en este espectro político que solo consigue siete asientos en el Parlamento andaluz. Por Andalucía, con Inma Nieto, obtiene cinco mientras que Adelante Andalucía de Rodríguez se conforma con dos. Tras conocer los resultados, la primera lamentó la "desunión" mientras que la segunda se limitó a celebrar haber "pinchado el globo de la extrema derecha".

Estos resultados suponen un importante tropiezo en la andadura de Yolanda Díaz, que comenzaba su proyecto político amadrinando a Por Andalucía. La vicepresidenta segundo del Gobierno tiene por delante una complicada tarea de construir un frente amplio de izquierdas para el que también necesita a un PSOE en horas bajas.

Se avecinan tiempos de euforia para la derecha y pesadumbre para la izquierda. Con la economía a media marcha y un Gobierno central que acusa un notable desgaste, los vientos favorecen a Feijóo ante un Sánchez y una Díaz que han de estar más que preocupados.

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