El otro día me preguntaban si es Ciudadanos un partido de fiar, la respuesta, que mi interlocutor esperaba rápida y escueta, llega días después en este artículo de opinión. Yo no manejaba los datos suficientes para contestar a una pregunta trampa, pues no sabía lo que éste entendía por "partido de fiar", así, preferí darme un tiempo para poder analizar y dar sólidos argumentos, no con la intención de convencer a nadie pero sí con la esperanza de contribuir de forma seria y rigurosa a un debate social que es sano y, si me lo permiten, necesario: analizar a partidos y políticos que nos gobiernan.
La plataforma cívica Ciutadans de Catalunya será el germen del partido político Ciudadanos, que nace en Cataluña en el 2006, con el firme propósito de desmantelar el relato del nacionalismo catalán. Un partido que, según ellos mismos afirmaron, nacía con vocación europeísta, sin ningún nacionalismo en la mochila, tan solo la defensa de la Libertad. El tiempo ha empujado al partido hacia posiciones más conservadoras, con menos utopía -poco útil en política- y más dosis de realidad, convirtiéndose en uno de los máximos defensores de la unidad de España y haciendo ondear, con orgullo, la bandera de España -y la de Europa, pues defienden la unidad de España dentro de la fortaleza que da una Europa libre de nacionalismos- en todos sus actos.
Ascenso gracias a la tensión separatista en Cataluña
El partido liderado por Albert Rivera concurrió por primera vez a unos comicios ese mismo año, en el 2006, cuando cosecharon tres escaños en el Parlamento de Cataluña, mismo resultado que el cosechado en 2010, pero será tras ese año y con la escalada de la tensión nacionalista, cuando comience el meteórico ascenso de los naranjas en tierras catalanas, culminando el proceso con la inédita victoria que cosecharon en 2017, con Inés Arrimadas como líder del partido en Cataluña y, a la vez, mayor azote del independentismo que ya había a la cumbre de la desobediencia y ruptura de todo el ordenamiento jurídico.
¿"Veleta naranja"?
Al mismo tiempo, el partido iba cogiendo fuerza en el resto de España, incluidas las Cortes Generales, y fraguando pactos con unos y otros en autonomías y municipios, hasta que selló, con un apretón de manos, un acuerdo con Pedro Sánchez para que éste fuese investido Presidente; eso nunca ocurrió y en los nuevos comicios se vieron castigados por sus votantes más conservadores, pasando de 40 a 32 escaños en el Congreso. Tras estos sucesos, el nuevo apretón de manos tuvo otro protagonista, Mariano Rajoy, al cual apoyaron en la sesión de investidura celebrada el 30 de octubre de 2016. Entre tanto, en 2015, habían apoyado a Susana Díaz para que revalidase su puesto en el palacio de San Telmo, mientras que en la misma tierra, tres años después, fueron ellos mismos los que provocaron que ésta saliera de dicho palacio y entrase en candidato del Partido Popular.
Con esta breve reseña, podrán entender que algunos hablen de "veleta naranja" cuando se refieren al partido de Rivera, pero lo cierto es que estas decisiones, perfectamente calculadas y estudiadas, han permitido durante más de diez años que el partido gozase de una posición estratégica dentro del tablero ideológico, siendo prácticamente imposible hablar de un partido de izquierdas o derechas al analizarlo como un todo, y no como partes, pues un análisis que diseccione sus propuestas políticas, sí puede llevarnos a conclusiones más claras, por desgracia, eso no es lo común en estos tiempos.
La variable de Ciudadanos
La aparición de VOX supuso un seísmo de enorme escala dentro de las posiciones ideológicas de cada partido, pues el Partido Popular decidió virar a la derecha, el PSOE jugó la baza de la izquierda moderada y Ciudadanos, tan cómodo durante una década en la ambivalencia ideológica, tuvo que moverse a grandes pasos y con marcha cambiada, una estrategia que tuvo sus primeros resultados en las elecciones andaluzas y que puede servir para catapultar a los naranjas en las elecciones generales que se celebran en unos días.
Entonces, ¿es Ciudadanos un partido de fiar? Según el prisma desde el que lo analicemos, en España no estamos acostumbrados a ver partidos políticos que pactan con izquierdas y derechas sin ningún tipo de problema, lo que los convierte en posibilitadores de gobiernos y, al mismo tiempo, permite que rentabilicen sobremanera los escaños que tienen en la Cámara Baja. Ciudadanos se inspira en otros partidos liberales europeos, pacta en función de múltiples variables -económicas, sociales, territoriales, etc.-, entendiendo que no ha de entregarse por completo a ningún partido, que ninguna ideología puede tener rehenes, para así no perder el timón de su propio destino.