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Caso Equinox: así es el boicot al gimnasio LGTBI cuyo dueño financia a Trump

La recaudación de fondos del magnate Stephen Ross, dueño de los gimnasios Equinox y muy amigo del presidente, ha generado una fuerte polémica en EEUU.

Caso Equinox: así es el boicot al gimnasio LGTBI cuyo dueño financia a Trump

El dueño de los gimnasios Equinox, el magnate Stephen Ross, ha generado una fuerte polémica al iniciar una recaudación de fondos para la campaña de Donald Trump y su reelección como presidente.

En tiempos de casos como el sucedido en El Paso y con un presidente que ha mantenido una fuerte batalla contra el colectivo LGTBI, las peticiones de boicot hacia las empresas de Ross se han sucedido durante las últimas semanas. Sobre todo, teniendo en cuenta un dato muy importante: Equinox es una cadena de gimnasios muy demandadas por ese colectivo.

Todo comenzó cuando The Washington Post publicó que Ross iba a organizar la citada recaudación de fondos en su vivienda de Palm Beach, con tickets que van desde los 100.000 a los 250.000 dólares. Su relación con Donald Trump no se reduce a una mera simpatía ideológica, sino que ambos son íntimos amigos y vecinos en Florida.

El magnate se ha mantenido en sus trece y la empresa se ha limitado a minimizar el poder de Ross y señalar que, en ningún caso, se están utilizando los beneficios de los gimnasios para financiar a Trump, un presidente que permite que un médico no atienda a un paciente por pertenecer al colectivo o que quiere negar la existencia de las personas trans.

Stephen Ross ha impulsado una recogida de fondos para apoyar la candidatura de Donald Trump
"Stephen Ross ha impulsado una recogida de fondos para apoyar la candidatura de Donald Trump"

Sin embargo, Stephen Ross sí tiene poder: es, nada menos, que el fundador y dueño de Related Companies, la matriz que controla las cadenas de gimnasios SoulCycle y Equinox, que tiene entre sus clientes a clientes a famosos de Hollywood e incluso a Michelle Obama. Ross también controla, además, al equipo de los Dolphins, lo que no ha impedido las críticas abiertas de uno de sus jugadores, Kenny Stills.

Desde entonces, la cadena Equinox ha vivido una cascada de bajas y concentraciones a las puertas de sus gimnasios. La competencia se ha movido y ya hay varias firmas que están intentando captar a los clientes de una marca que siempre se había vinculado con el colectivo LGTBI.

Ante las críticas, Equinox y SoulCycle han publicado sendos mensajes en redes sociales donde han señalado que creen en "la tolerancia y la igualdad" y que siempre han apoyado "esos valores".

Interior de un gimnasio de la cadena Equinox
"Interior de un gimnasio de la cadena Equinox"

Pero no ha habido éxito. Los usuarios ya han iniciado una recogida de firmas en la plataforma Change.org -llevan más de 8.000 apoyos- donde han pedido que la empresa deje de financiar a Trump. Por su parte, Shannon Coulter, la impulsora de #GrabYourWallet (una iniciativa que pide boicotear a cualquier empresa relacionada con Trump) ha incluido a los gimnasios en la lista negra.

Algunos usuarios han acusado a la empresa de apoyar a un presidente que fomenta el racismo y "los asesinatos en masa", en palabras del comico estadounidense Billy Eichner.

Ross, por su parte, se ha pronunciado asegurando que "mientras algunos prefieren quedarse al margen y criticar, yo prefiero comprometerme y apoyar las causas en las que creo, que son la igualdad social, inclusión, diversidad, educación pública y sostenibilidad energética. He apoyado y continuaré apoyando a líderes de ambos bandos que asuman esos retos". Unas palabras que, vinculándose a Trump, han levantado muchas ampollas.

Precedentes

Sin duda, el boicot a la marca puede afectar de manera importante a sus cuentas, sobre todo si tenemos en cuenta que tradicionalmente se ha apoyado en el colectivo LGTBI al que ha vendido sus gimnasios como un lugar seguro para ellos.

Sin embargo, los boicots han funcionado en el pasado. Por ejemplo, cuando uno de los dueños de las pastas Barilla puso en aprietos a la marca cuando dijo lo siguiente en 2013: "No haremos publicidad con homosexuales porque nos gusta la familia tradicional. Si los gays no están de acuerdo, siempre pueden comer pasta de otra marca. Todos son libres de hacer lo que quieran porque no molestamos a nadie". Aquellas palabras generaron todo un polvorín, una campaña de boicot, llevaron a su competidora Buitoni a lanzar la campaña "Pasta for all" y finalmente una edición especial de la marca en la que aparece una pareja de lesbianas estrenada en 2018.

Barilla ha lanzado una línea de pastas en la que incluye a parejas lesbianas
"Barilla ha lanzado una línea de pastas en la que incluye a parejas lesbianas"

Recientemente, Nivea ha vivido una situación similar tras la ruptura de su acuerdo centenario de publicidad con la agencia FCB. La polémica surgió cuando un directivo de la firma de márketing planteó la posibilidad de hacer una campaña con una pareja homosexual y un responsable de Nivea espetó: "No vamos a hacer gay a Nivea".

¿Qué sucederá con Equinox? Pues, lo cierto es que Ross parece dispuesto a continuar en su afán de financiar la campaña de Donald Trump. Eso sí, al igual que vivió en su momento Barilla o al igual que empieza a experimentar Nivea, puede salirle muy caro. En una época en la que las firmas se esfuerzan por mostrarse adeptas a los valores del activismo LGTBI, el hecho de apoyar a un presidente abiertamente racista y homófobo puede derivar en un 'dolor de muelas' muy intenso.

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