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Carlos III no pagará impuestos por la herencia millonaria de Isabel II y despide a un centenar de empleados

Los representantes sindicales califican el despido de un centenar de empleados, algunos con décadas de servicio, de "extremadamente cruel".

Carlos III no pagará impuestos por la herencia millonaria de Isabel II y despide a un centenar de empleados

El rey Carlos III no pagará impuestos por la herencia que recibirá de su madre, Isabel II. Se estima que la monarca poseía una fortuna personal de 370 millones de libras (427 millones de euros). Cualquier ciudadano habría abonado a Hacienda un 40% del dinero, equivalente a 170 millones de euros, pero el rey no tendrá que pagar este dinero.

Por toro lado, la llegada del monarca también supondrá una oleada de despidos en Clarence House, hasta ahora sede oficial de Carlos como heredero. Estos empleados han recibido el preaviso de que se quedarán sin trabajo, algunos de ellos, después de varias décadas trabajando en la residencia real.

Algunos de estos trabajadores son financieros, contables, personal de comunicación, secretarios privados, empleados que trabajaban para el hasta ahora príncipe de Gales. El despido se comunicó mientras el personal de la residencia se estaba volcando en los trabajos relacionados con el fallecimiento de Isabel II y los preparativos del funeral para que todo saliera a la perfección.

El sindicato de funcionarios ha criticado la decisión, que considera "despiadada". El secretario general del Sindicato de Servicios Públicos y Comerciales (PCS), Mark Serwoka, asegura que "se esperaban algunos cambios, dada la situación en la familia real, pero la escala y la velocidad a la que se han anunciado es extremadamente cruel".

Sin médico ni bancos de alimentos

El país prevé paralizarse por completo el día del funeral de la reina Isabel II, que se ha declarado festivo en Reino Unido. El país prevé detenerse completamente con cierre de comercios, incluidas cadenas de supermercados, escuelas o centros deportivos. Tan solo se abrirán los pubs.

Por este motivo, las citas médicas de la sanidad pública se han cancelado, incluidos los médicos de familia, cirujanos y servicios de farmacia. Esto afecta especialmente a pacientes con enfermedades graves, como cáncer o problemas cardíacos. Se atenderán urgencias, pero la sanidad pública está saturada y tiene una lista de espera de 6,5 millones de pacientes. Además, se cerrarán los bancos de alimentos.

A todos estos detalles que pueden afectar a la popularidad de Carlos III, hay que sumar los gestos malhumorados que se han podido apreciar en sus primeros actos públicos. En la ceremonia de Proclamación pidió airadamente a un ayudante que retirara un tintero que le molestaba. En Irlanda del Norte se equivocó de fecha y se manchó de tinta, por lo quejó mientras veía sus dedos manchados.

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