La Eurocámara ha dado luz verde definitiva a una de las medidas a favor de la armonización y el mercado común en la que llevan trabajando una década: la adopción de un cargador único de dispositivo electrónico para todos los países de la Unión. La propuesta legislativa fue lanzada por la Comisión a finales de septiembre de 2021 y ha sido ratificada este martes por una amplia mayoría de todos los grupos en el Hemiciclo europeo, con 602 votos a favor, 13 en contra y 8 abstenciones.
Esta medida ha sido planteada porque, estadísticamente, cada europeo cuenta con una media de tres cargadores de los que usa habitualmente dos, además de que el 38% de los ciudadanos muestra dificultades para cargar su móvil cuando se dan circunstancias en las que no dispone de su cargador y no hay ninguno compatible al suyo. Frente a esto, a partir de otoño de 2024, todos los smartphones adquiridos desde esa fecha deberán llevar integrado el puerto USB-C.
Este modelo de conector se caracteriza por su sistema de 24 pines y se diferencia del resto por su doble reversibilidad simétrica de rotación, lo que hace indiferente la forma en la que se introduzca en el dispositivo. Además, el USB-C optimiza la carga de los dispositivos portátiles y la transferencia de datos, un proceso que siempre ha carecido de perfección en sus antecesores.
La clave principal de este nuevo puerto que simplifica la vida de los consumidores es el rango de su alcance. Una vez entre en vigor, el USB-C llegará a todos los dispositivos de pequeño y mediano formato, desde auriculares, cámaras digitales, libros electrónicos, hasta ratones, altavoces e incluso vídeo consolas. A los ordenadores también llegará este avance, aunque habrá que esperar hasta 2026 para así dar un mayor plazo de adaptación a los fabricantes. Será indistinto el fabricante del dispositivo, la única condición que se impondrá es que estos han tenido que ser comercializados una vez entrada en vigor esta directiva comunitaria.
Además de la armonización que la existencia de un único cargador conlleva, esta iniciativa tiene también importancia en el ámbito ecológico, pues esta medida reducirá progresivamente la tasa de residuos electrónicos que se generan cada año en la Unión, la cual asciende a unas 11.000 toneladas. Asimismo, los consumidores se ahorrarán aproximadamente al año un total de 250 millones de euros en compras de cargadores.
Adaptación obligatoria para Apple
La obligatoriedad de rediseñar sus dispositivos ha hecho que Apple entre en un tira y afloja con la implantación del USB-C. A pesar de que Apple ya incorpora este puerto en dispositivos como MacBook o iPad, los dispositivos móviles aún carecen de este modelo.
Teniendo en cuenta que iPhone suele presentar los nuevos modelos en septiembre, lo más probable es que el último iPhone que se libre de esta medida sea el 16, que saldrá el mismo año que saldrá en 2024. A partir de este momento, el gigante tecnológico deberá adaptarse.
Carga por cable vs. Carga inalámbrica
Superado el asunto de cargador único, queda pendiente el de la carga inalámbrica. Este modelo se encuentra en un momento de constante expansión, por lo que Bruselas deberá trabajar en los requisitos de interoperabilidad, pues es un elemento tan importante como la manera de cargar nuestros dispositivos. Se espera que las condiciones estén establecidos también para finales de 2024.
