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Ana Julia llevó a su hija a la finca en la que escondió el cadáver de Gabriel

La hija de la asesina confesa del pequeño de 8 años compareció el pasado jueves ante la Justicia de Almería.

Redacción

12 Mayo 2018 10:45

Ana Julia Quezada, la asesina confesa de Gabriel Cruz, llevó a su hija durante tres días seguidos a la finca en la que tenía escondido el cuerpo del pequeño, según 'El Programa de Ana Rosa'. Judith y Ana Julia no vivían juntas desde que la primera cumpliese 15 años y su madre se marchase a vivir con su pareja a Almería, pero cuando se supo de la desaparición de Gabriel, Judith se trasladó con su madre para ayudar en su búsqueda. 

La semana después de que Gabriel desapareciese, Judith se alojó durante tres días en la casa de la abuela de Gabriel y Ana Julia la llevó hasta tres veces a la finca de Rodalquilar, en donde había enterrado al niño después de asesinarle. La llegada de Judith a Almería habría sido a petición de la propia Ana Julia, y es que la relación entre las dos no era muy fluida desde hacía varios años. Este hecho se ha conocido tras la comparecencia de tres familiares de Ángel Cruz, el padre del pequeño y de la propia hija de Ana Julia ante el titular del Juzgado número 5 de Almería, Rafael Soriano. Judith tuvo que trasladarse a la provincia andaluza ya que el magistrado le denegó la comparecencia por videoconferencia desde Burgos.

Ana Julia trató de desviar la atención de la Guardía Civil y participó en la búsqueda de Gabriel
"Ana Julia trató de desviar la atención de la Guardía Civil y participó en la búsqueda de Gabriel"

Cuando la joven supo que su madre había matado a Gabriel, esta sufrió un ataque de ansiedad y no fue hasta el pasado jueves cuando explicó ante el juez cómo fueron los tes días que pasó en Almería con su madre y con la familia de Ángel Cruz. 

Nadie supo lo que había hecho

Fue a 'El Programa de Ana Rosa' al medio que Ana Julia envió una carta desde la cárcel para hablar del crimen que había cometido. En el escrito también se refirió a su hija Judith y habló de la relación que tenía con esta: "Tengo una hija y le he hecho mucho daño, espero que ella algún día me pueda perdonar". 

A través de esta carta llegó a asegurar que nadie supo lo que había hecho: "no fui lo suficientemente fuerte para decirle a mi pareja ni a nadie lo que había pasado y poco a poco me fui metiendo en una bola cada vez más grande". 

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