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Los alimentos de los que no deberías fiarte si acudes a comer a un buffet libre

Las condiciones de un buffet libre hacen que sea más conveniente consumir determinados tipos de productos antes que otros.

Los alimentos de los que no deberías fiarte si acudes a comer a un buffet libre

La época de vacaciones también es motivo para acudir a todo tipo de buffets libres, sobre todo, si están incluidos en el hotel que hemos contratado. Sin embargo, a pesar de que todos surten al cliente de diferentes alimentos que proporcionarán un desayuno, una comida y una cena de ensueño, has de saber que a pesar de que puedas comer todo lo que desees durante unos días, no todo son ventajas

Al parecer, la manipulación de alimentos no es algo sencillo e implica ciertos riesgos de los que no siempre somos conscientes, aunque podrían ser mínimos si el restaurante o el buffet al que acudimos sigue los procesos correspondientes. Eso sí, los especialistas aseguran que, en el caso de un buffet, es diferente, ya que los alimentos están más expuestos al riesgo de contaminación por su exhibición durante horas, al igual que la cubertería empleada puede ser un punto importante de concentración de microorganismos y bacterías debido a la cantidad de gente que los manipula.

Los alimentos al descubierto juegan con ese factor de peligro, pues tampoco se libran de los constantes toqueteos o posibles estornudos frente a ellos, por lo que sería más que recomendable que los alimentos estuvieran bien protegidos o tapados. Por otro lado, es importante que las encimeras donde se expone la comida estén bien acondicionadas y tengan la temperatura adecuada, tanto fría como caliente.

Alérgicos, ¡cuidado!

El buffet siempre tiene que estar limpio y gozar de un cuidado aparente para los clientes que lo visiten, con el objetivo de dar una buena impresión y minimizar riesgos. Sin embargo, los nutricionistas aseguran que los primeros cuidados han de tenerse en la cocina, por lo tanto el personal que trabaje en ellas ha de estar cualificado y respetar los códigos de higiene necesarios para preparar comida. Especialmente, si somos conscientes de que el lugar que van a visitar los clientes de un buffet o restaurante podrían ser alérgicos o intolerantes a algún ingrediente, lo cual nos obliga a mantener la limpieza de todos nuestros utensilios, recipientes y bandejas, haciendo que solo toquen el tipo de alimento que se va a servir o van a contener.

Si observamos que la higiene no se ha respetado del todo, optaremos por intentar no ingerir ensaladas, por la cantidad de elementos crudos que contienen, o carne que visiblemente no esté bien cocinada. Si bien, es cierto que Belén Gutierrez, dietista y técnico superior en nutrición del Instituto de Formación Avanzada en Nutrición y Salud (ICNS), asegura que no es necesario privarnos de ninguno en primera instancia. 

Eso sí, por motivos de salud, la grasa que contienen los preparados fritos debe evitarse, porque como sabemos, suponen un problema a largo plazo, ya sean ingeridas en casa o fuera. La mayonesa es una salsa que podría traernos problemas si no sabemos su procedencia, especialmente si no es de bote. Lo mismo ocurre con tortillas que no están hechas con huevina, alimentos rebozados y carnesbañadas en abundante salsa. Aunque es cierto, que lo más saludable sería evitarlos de por sí, por su naturaleza tan poco saludable y las grasas que contienen. El pescado también sería un alimento susceptible de infecciones por el riesgo a contener anisakis, especialmente en verano, por lo que es mejor no consumir la merluza, al menos en estos lugares. 

En cuanto a ese pensamiento que inunda las mentes de todos aquellos que prentenden ponerse las botas a su llegada al buffet, los nutricionistas aseguran que contenerse no solo es bueno, sino que previene diarreas y problemas estomacales que un atracón de comida podría proporcionarnos. Si comemos y asistimos de manera constante a los buffets, podríamos contraer el riesgo de inducir nuestro cuerpo a padecer obesidad, hipertensión, diabetes u otro tipo de riesgos articulares.

Por lo tanto, la recomendación de Gutiérrez es firme y consistente: debemos conformar un primer plato a base de ensaladas, sopas, purés o gazpacho, lo cual reducirá nuestro apetito a la hora de ingerir el segundo plato, que presuntamente será más calórico. Por otro lado aconseja servirnos la cantidad de comida que comeríamos en casa, para no alterar el ritmo al que nuestro aparato digestivo está acostumbrado. Por supuesto, hay que tener cuidado con los postres y los refrescos, porque si no los tomamos en casa de manera habitual, ¿por qué habríamos de hacerlo fuera?

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