Buscar
Usuario

Política

La alianza de dictaduras tras las nuevas guerras que estallan en el mundo: ¿Multipolaridad o un futuro bipolar?

Las sanciones internacionales y el estallido de conflictos armados fortalece una alianza caracterizada por su oposición al estado de derecho.

La alianza de dictaduras tras las nuevas guerras que estallan en el mundo: ¿Multipolaridad o un futuro bipolar?

Con el horizonte de la guerra de Ucrania, en plena guerra de Yemen y bastante antes de que se produjera el conflicto en Gaza, una intensa ola de golpes de estado sacudió el continente africano entre 2021 y 2023. Las asonadas militares que derrocaron a sus gobiernos se sucedieron en Gabón, Burkina Faso, Mali, Chad, Guinea-Conakri, Sudán o Níger. A ellos, también se sumaron intentos sin éxito en Guinea-Bissau, Santo Tomé y Príncipe, República Centroafricana, Níger o Sudán.

La mayoría de países también experimentaron un giro en sus alianzas internacionales. Rusia y China, pese a que se encuentran a miles de kilómetros, se han situado como aliados principales de los nuevos Ejecutivos, a pesar de que no representan su área de influencia directa. Incluidas algunas regiones sensibles, como el Sahel, donde la UE y especialmente Francia han perdido completa relevancia y que se aprecia como un territorio sensible para la seguridad del Viejo Continente.

El cambio de paradigma en este continente se encuentra especialmente motivado por las diferentes posiciones. Mientras Europa y especialmente Francia sitúan casi como única prioridad el establecimiento de libertades democráticas en países sin estructura ni capacidad económica, China y Rusia, dos dictaduras, han empezado a regar de inversiones estos países, con el controvertido papel de erigirse en referentes cada vez más amplios.

Mientras que China apuesta por la creación de fuertes infraestructuras, Rusia promete la entrega de cereales y suministros gratuitos. La presencia del Grupo Wagner en la zona es amplia y está llevando a Moscú a romper su aislamiento internacional, pero también le facilita el acceso a multitud de recursos.

Una alianza pragmática

El mundo actual se había planteado con un papel multipolar, con diversos protagonistas que abarcan polos de atracción y grandes actores internacionales compitiendo por aumentar su influencia. La mayoría de países miembros de los BRICS, como Brasil o India están llamados a tomar gran relevancia, sin embargo, el 'equilibrio' global se está configurando en una alianza más pragmática entre potencias con claras características: falta de estado de derecho, oposición a todo tipo de libertades civiles y un intenso afán neoimperialista por aumentar la influencia internacional en el actual contexto.

Se trata de la alianza emprendida por China, Rusia e Irán, cuyos regímenes colaboran entre sí, con gran ambición de aumentar sus esferas de relevancia internacional y se encuentran detrás de muchos de los conflictos que se están desarrollando en al actualidad.

Los acuerdos son explícitos. China ha estrechado los lazos con Rusia en una escalada de alianzas que tomó relevancia tras el estallido de la invasión de Ucrania. El presidente chino, Xi Jinping, expresó en la primavera de 2023 su intención de cerrar acuerdos para llevar las relaciones entre ambos a "un nivel superior" y mejorar "la cooperación económica, comercial y de inversión", como rezaba la crónica de Xinhua.

Las intenciones de Pekín fueron entonces bien recibidas desde Moscú. El presidente ruso, Vladímir Putin, defendió la cooperación militar entre ambos países: "Trabajamos activamente a través de nuestros departamentos militares, intercambiamos regularmente información útil, colaboramos en el ámbito de la cooperación técnico-militar y realizamos ejercicios conjuntos".

Por otro lado, los acuerdos de China con Irán son previos al conflicto ucraniano. En marzo de 2021, ambos países sellaron un acuerdo de cooperación estratégica para desarrollar durante 25 años, con gran acento en la cuestión económica para hacer frente a las sanciones impuestas por Estados Unidos.

Rusia e Irán han estrechado vínculos y mantienen intereses comunes en Oriente Próximo
Rusia e Irán han estrechado vínculos y mantienen intereses comunes en Oriente Próximo .

Las sanciones de Estados Unidos son, también, el principal eje del acuerdo firmado entre Rusia e Irán en diciembre de 2023, que defendían ambos países en un comunicado conjunto para "contrarrestar, mitigar y compensar" las consecuencias de este bloqueo.

Además de la cuestión económica, ambos países también cuentan con intereses comunes en Oriente Próximo, puesto que buscan ganar relevancia en la región. Siria es un punto clave, que brinda salida al Mediterráneo y donde ambos países mantienen bases militares.

En todo caso, Washington no duda en mantener su apuesta. De hecho, este jueves 18 de abril, el presidente Joe Biden ha extendido las sanciones contra Irán por su ataque en suelo israelí, destinadas contra 16 personas y dos entidades que permiten la producción de vehículos aéreos no tripulados que emplea el régimen ayatollah.

La cuestión petrolífera

La llegada de la Revolución Islámica en 1979 ahondó en la herida del pasado para presentar la teocracia que gobierna desde entonces Irán como un modelo anti colonizador. Cabe remontarse a los orígenes del Sha de Persia, que llegó al poder tras la caída de Mohammad Mosaddeq, un popular presidente elegido democráticamente que empezó a sufrir tensiones internas cuando anunció la nacionalización del 'oro negro' en el país y que finalmente derivó en un golpe de Estado que dio todo el poder a la monarquía.

A pesar de que Irán ha vendido petróleo durante un tiempo a Europa, al igual que Rusia, las sanciones impuestas desde Occidente y la trayectoria del país chiíta han derivado en un gran beneficio para China. La falta de competidores hace que Pekín tenga acceso a petróleo especialmente barato (también gas) y, de este modo, engrasar su gran maquinaria productiva costes mucho más reducidos.

Irán está ofreciendo petróleo a China con precios inferiores al mercado habitual
Irán está ofreciendo petróleo a China con precios inferiores al mercado habitual .

En el contexto actual, Irán, pero también Rusia, tienen poca alternativa a vender sus recursos naturales a China, un país que por el contrario solo sufre restricciones a la importación de tecnología occidental. Es decir, accede a recursos de muy bajo coste, mantiene una mano de obra barata y tiene capacidad de vender a todo el mundo.

Habitualmente, China tiene la capacidad de acceder a los suministros rusos e iraníes con descuentos de entre 15 y 30 dólares respecto al precio mundial del petróleo. El país posteriormente procesa hidrocarburos que aumentan de valor.

La alianza que firman los países tiene un gran interés en el ámbito económico, puesto que garantiza que Rusia e Irán no sufran un colapso económico como consecuencia de las sanciones. Además, supone un gran beneficio para China, que engrasa su maquinaria y disfruta de los beneficios al mantenerse como la gran fábrica del mundo. Pero también geoestratégico, puesto que las incursiones militares que están llevando sus países terminan en apoyos mutuos y, de este modo, esquivando el ostracismo internacional.

Artículos recomendados

Contenidos que te pueden interesar