La firma de moda rápida Shein se ha visto involucrada en un escándalo por la presencia de sustancias tóxicas en sus prendas. Eso es lo que afirma un informe de Greenpeace, que sostiene que algunas de sus prenda no cumplen con el reglamento sobre sustancias químicas a la hora de elaborar sus productos. Shein utiliza sustancias químicas tóxicas peligrosas para la salud y medioambiental, según el informe.
La ONG ha analizado las sustancias químicas en 47 productos textiles de la tienda que ha comprado previamente, y ha encontrado en 7 de ellos cantidades de sustancias químicas peligrosas que superan los límites establecidos en el reglamento de la Unión Europea. Los niveles preocupantes se vieron incrementados al 100% en cinco de las prendas.
El análisis de todos los productos que englobaban las prendas y calzados para hombre, mujer y bebés se realizó en el laboratorio BUI. Se trata de productos en los que se detectaron niveles muy altos de ftalatos zapatos y formaldehído en el vestido infantil.
"Actitud negligente"
Se trata de un hallazgo que, según el organismo, "demuestra la actitud negligente de Shein respecto a los riesgos ambientales y la salud humana asociados con el uso de sustancias químicas peligrosas, cuando estos entran en conflicto con su propio beneficio económico". Además, destacan que la empresa está violando las normas ambientales de la UE sobre productos químicos y poniendo en peligro la salud de las personas que consumen los productos y viajan para producirlos.
La ONG medioambiental ha acusado, de esta forma, a la empresa china y su modelo de negocio, basado en la venta rápida en los enormes volúmenes de ropa basados en las fibras sintéticas procedentes del petróleo, entre los que se encuentran el acrílico, nailon o poliéster.
Greenpeace denuncia que "menos del 1% de los textiles están hechos de textiles reciclados, pero cada segundo un camión cargado de ropa termina tirándola en un vertedero o llevándola a una incineradora".
