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La sentencia de Juana Rivas condena a las mujeres que denuncian malos tratos

El juez no ha tenido en cuenta que el marido de Juana fue condenado por malos tratos, pero asegura que la segunda denuncia contra él es falsa.

La Justicia española ha condenado a Juana Rivas a cinco años de cárcel,- dos y medio por sustracción de cada uno de sus hijos menores- seis de inhabilitación para ejercer la patria potestad sobre ellos, una indemnización de 30.000 euros por daño moral y material a su expareja, Francesco Arcuri, y el pago de todas las costas del juicio. Así que sí, las mujeres estamos indefensas ante esta justicia patriarcal y misógina que condena a una madre que asegura que escapó con sus hijos de un maltratador, y que por otro lado deja en libertad a cinco hombres, 'La Manada', que abusaron en grupo de una joven. 

La sentencia es recurrible, pero haberla dictado manda un mensaje claro a las mujeres maltratadas: la Justicia está de parte del agresor. Y es que Francesco Arcuri fue condenado en 2009 por violencia machista a 15 meses de prisión, pero parece ser que al juez Manuel Piñar, titular del juzgado penal 1 de Granada, no le importa. De hecho, en la propia sentencia asegura que "salvo el episodio de malos tratos ocurrido en 2009, no se ha acreditado ningún otro posterior", es decir, que si te pegan una vez no cuenta, tiene que ser en repetidas ocasiones.

Asimismo, el magistrado también alega que Francesco Arcuri "negó haberla maltratado después de aquel episodio de 2009". Por este motivo, aunque suene fuerte, el mensaje que se envía es que hasta que los maltratadores no maten a las mujeres no se les puede considerar como tal y por supuesto no se les puede juzgar. Por tanto,  Juana no sólo es una mujer maltratada por su expareja, como se la reconoce tanto a ella como a sus hijos, sino que además ha recibido con esta sentencia una brutal paliza institucional. 

Juana decidió esconderse en España en 2016 cuando estaba aquí con sus hijos y se negó a regresar a Italia. Allí vivía con ellos y con Arcuri, pero asegura que escapó porque la volvió a maltratar e incluso le dijo que si le dejaba, le quitaría a los menores y le arruinaría la vida. Juana le denunció por maltrato físico y psicológico, pero el documento tardó un año en llegar a Italia y todavía hoy no ha habido ningún avance. Sin embargo, el juez que la ha condenado a prisión sí que insiste en esta denuncia, ya que en su escrito niega el maltrato, aunque todavía no haya habido juicio y aunque exista denuncia previa. Pero cuidado, porque luego nos insisten en que denunciemos. En fin... 

Juana Rivas cuando se entregó a las autoridades
"Juana Rivas cuando se entregó a las autoridades"

El juez asegura que la denuncia de 2016 es falsa

Manuel Piñar se refiere a la denuncia de 2016 así: "Los hechos muestran que ella decide separarse en el verano de 2016 y por sí misma o porque alguien que le asesora, se percata que hay un escollo importante con la guardia y custodia de los dos niños y para obtenerla a su favor, decide explotar el argumento del maltrato", argumenta el magistrado para luego asegurar que Juana "se percata de que pocas posibilidades tiene de privar de la custodia al padre, sacando a relucir la sentencia de 2009, pues con la reconciliación posterior indica que ese episodio puede no ser suficiente, al vivir juntos durante varios años y concebir otro niño". 

Ante estas palabras, no dejaremos de insistir y de salir a la calle para exigir que los magistrados y magistradas estén formados bajo una perspectiva de género, porque por el momento no tienen en cuenta ningún problema que las mujeres puedan tener como consecuencia de los maltratos recibidos. 

Tampoco se ha tenido en cuenta que tanto los hijos de Juana Rivas como ella recibían apoyo psicológico porque formaban parte del protocolo que se sigue con las víctimas de violencia machista, calificativo que también recibían ambos menores. Cabe decir que el magistrado ha hecho caso a las peticiones que la defensa de Arcuri pedía: pago de las costas del juicio, 30.000 euros de indemnización por daños morales y materiales, condena por sustracción de menores y la inhabilitación de la patria potestad, aunque en lugar de ocho, como pidió, serán seis. 

Lo que ha ocurrido aquí, como aseguró la jurista experta en derechos humanos y violencia machista María Naredo, es que la Justicia "una vez que el condenado cumple la pena, vuelve al punto de partida de que es un buen padre". Por eso la Justicia también ha actuado contra los niños, porque ante estos casos deben investigar cada detalle con las metodologías correspondientes ya que la protección del menor ante estos casos debe ser primordial, pero estos se encuentran con el padre, aunque la Justicia italiana dice que les vigila. 

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