El giro de 180 grados que ha experimentado recientemente la Administración de Donald Trump sobre la guerra en Ucrania ha sacado a la luz una nueva figura relevante. Se trata de la primera dama, Melania Trump, que ha sido clave en el alejamiento de la Casa Blanca respecto al Kremlin.
El presidente Donald Trump ha confirmado que su esposa ha sido determinante en el endurecimiento de su política sobre Rusia y en reforzar el apoyo a Ucrania en la invasión. Un cambio radical y alejado del duro encuentro con Zelenski en marzo, en el que el mandatario estadounidense llegó a acusar a su homólogo ucraniano de "jugar con la Tercera Guerra Mundial".
Hasta hace poco, Donald Trump jugaba a cierta ambigüedad. a lograr cierta sintonía con Moscú con el objetivo de negociar un pacto por la paz que pusiera fin a la guerra en el país. El mandatario republicano llegó al poder prometiendo paz mundial y poner fin a la guerra en "24 horas", pero el conflicto sigue enquistado y sin visos de terminar.

La realidad es que las buenas intenciones de Donald Trump de un canal de diálogo con el Kremlin para facilitar la llegada de acuerdos estaban completamente alejadas de la realidad. Las fuerzas militares rusas no han cesado en ningún momento de sus bombardeos diarios y, ahora Melania le ha abierto los ojos.
El papel clave de Melania Trump en la guerra de Ucrania: así influyó en el cambio de postura de la Casa Blanca
El presidente estadounidense ahora ha confirmado el papel clave de Melania Trump. En una reunión con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, relató que había mantenido una charla con Vladímir Putin y que después conversó con su esposa sobre la "maravillosa" conversación que habían mantenido.
Pero lejos de aplaudir su comentario, Melania Trump mostró repentinamente la realidad que se escondía tras la conversación entre ambos dirigentes. "Me dice Melania: '¿Maravillosa? Acaban de atacar otra ciudad'. Y tenía razón. Lo había visto en las noticias", confesaba en público.
Además, Donald Trump también ha reconocido en un almuerzo privado con líderes religiosos en la Casa Blanca que este tipo de situaciones se repiten con frecuencia. Mantiene conversaciones en buena sintonía con el dictador ruso, pero minutos después comprueba noticias sobre ataques de sus militares contra objetivos civiles en Ucrania. "Melania me decía: '¿De verdad crees que esto ha terminado? Acaban de bombardear un hospital en Járkov'. Eso me hizo pensar", reconocía.
Del diálogo a la "decepción"
Después de comprobar la verdadera cara del Kremlin, Donald Trump ha apostado por un giro de 180 grados en el conflicto enquistado en el seno del Viejo Continente. A pesar de que el mandatario estadounidense evita en todo momento el choque directo con Moscú, ahora ha optado por tomar un papel más activo e impulsar medidas concretas alineadas con Kiev.
Este lunes, 14 de julio, aprobó un paquete de sanciones comerciales con aranceles del 100% para Rusia y sus principales aliados comerciales bajo la condición de aprobar un alto el fuego en un plazo de 50 días. Además, ha autorizado el envío de misiles Patriot y otros sistemas de defensa aérea a través de la OTAN, reforzando ahora el apoyo a Ucrania sin implicar directamente a sus tropas.
La sintonía con el dictador ruso ha cambiado por completo tras comprobar cómo ha actuado. "Estoy muy decepcionado con Putin", ha reconocido Donald Trump."Pensé que íbamos a llegar a un acuerdo hace dos meses, pero no parece que eso vaya a suceder. Habla bonito y luego bombardea a todos", señalaba con resignación.
Además, este endurecimiento de la política contra Rusia también supone un mayor compromiso por parte de los aliados a la otra orilla del Atlántico. Algunos países como Alemania, Suecia o Países Bajos se han comprometido a colaborar con Estados Unidos en el refuerzo militar de Ucrania contra la invasión.