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Ciencia

Mujer muere quemada 'alimentando las llamas' de la combustión espontánea humana

¿Pueden las personas entrar en combustión de forma espontánea? La muerte de una mujer en Alemania vuelve a plantear el debate científico.

Una mujer de Flensburg (Alemania) ha muerto después de que su cuerpo comenzara a arder. Una relación de acontecimientos aparentemente bastante lógica de no ser porque no hay una fuente clara del fuego y porque no es la primera vez que se habla de la combustión espontánea humana, un fenómeno por el cual el cuerpo humano podría ser capaz de incendiarse a sí mismo.

La mujer, de unos 40 años y procedente de Mauricio, llevaba tiempo afincada en Alemania, tenía familia y era conocida en su entorno. Al parecer, estaba sentada en el banco de un parque cuando comenzó a arder, pero los testigos afirman que la mujer no gritó ni emitió ningún sonido mientras ardía. Algunos viadantes trataron de apagar las llamas y la ambulancia la trasladó rápidamente al hospital de Lübeck, aunque no fue posible mantenerla con vida.

Otros testigos también aseguran que vieron a dos hombres correr desde el lugar de los hechos, pero no se ha podido demostrar todavía que el fuego fuera un ataque o hubiera sido provocado. Del mismo modo, tampoco se ha descartado que fuera un suicidio.

No se ha encontrado la fuente que podría haber iniciado el fuego
"No se ha encontrado la fuente que podría haber iniciado el fuego"

¿Existe la combustión espontánea humana?

Aunque no se ha podido demostrar nunca científicamente, no es este el primer caso en el que se alude a este fenómeno, que presuntamente provocaría que, de repente, el cuerpo de una persona entrara en llamas. Algunos testimonios indican que las personas que lo sufren no suelen inmutarse, tal y como habría ocurrido con la mujer de Alemania, y que el foco del fuego sería el estómago.

En 2010 murió quemado el irlandés Michael Faherty, de 76 años, sin que ningún mueble o parte de su hogar presentase restos de quemaduras. El doctor forense Ciaran McLoughlin puso la combustión espontánea sobre la mesa al no encontrar ninguna posible explicación racional. Del mismo modo, en 1982 Jeannie Saffin fue devorada por unas llamas azules que, según su cuñado, surgieron repentinamente en su estómago. 

Hace un par de años otro caso parecido fue muy comentado, el del bebé indio que había ardido cuatro veces en dos años y medio. Por aquel entonces hubo voces que defendían que un ligero gas podría emanar de sus poros y entrar en combustión con el aire de la atmósfera, mientras que muchos otros negaban que eso fuera posible y lo atribuían a un posible caso de maltrato.

El biólogo Brian J. Ford arrojó algo de luz sobre el misterio, al defender que la grasa humana puede actuar como combustible si tiene una mecha como la ropa, provocando la completa consumición de un cuerpo en menos de media hora. No obstante, el misterio sobre el origen de las llamas sigue sin resolverse. ¿Podría el organismo generar realmente una combustión interna que consumiese todo el cuerpo, o esto no son más que conjeturas de ciencia ficción?

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