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El beso de Judas: un Feijóo sin liderazgo en el PP ante una Ayuso que quiere el poder

El "efecto Feijóo" se diluye ante el nuevo bloqueo en la renovación del CGPJ al que le condujo la presidenta madrileña.

El beso de Judas: un Feijóo sin liderazgo en el PP ante una Ayuso que quiere el poder

Era la gran esperanza tras la defenestración de Pablo Casado. Alberto Núñez Feijóo tomó los mandos del PP en mitad de la peor crisis desatada en el partido con un objetivo claro: llegar a La Moncloa. Pronto comenzó a hablarse de "efecto Feijóo" y a perfilarse como una clara alternativa al Gobierno de Pedro Sánchez. Sin embargo, todo parece estar quedando en un espejismo.

Mientras el barómetro del CIS ha confirmado el estancamiento del "efecto Feijóo" y este ha tenido que tragarse sus críticas a la excepción ibérica tras el apoyo a la política energética del Gobierno español por parte de la Unión Europea, en la primera gran decisión que ha tenido que tomar el gallego como presidente del principal partido de la oposición, el fracaso ha sido estrepitoso.

El enésimo bloqueo del PP a la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) tiene difícil explicación, especialmente si tenemos en cuenta que el acuerdo con el Gobierno estaba prácticamente cerrado. La formación conservadora ha tenido que hacer piruetas para explicar esta decisión que diluye por completo la autoridad de Feijóo.

A través de un extenso comunicado, el PP anunciaba el pasado jueves 27 de octubre la suspensión de las negociaciones con el Ejecutivo por la reforma del delito de sedición que este plantea. Sin embargo, dos días antes, Cuca Gamarra, secretaria general del PP, dejaba claro que esta cuestión no afectaría para nada a la renovación del CGPJ.

"Son dos cuestiones distintas, ¿no? Y son dos cuestiones donde el PP tiene un papel diferente. Si el PP fuera necesario para una reforma del Código Penal, el voto del PP impediría que se lleve a cabo este ataque al Estado de Derecho y votaremos no si este texto llega hasta el Parlamento", defendido para, 72 horas después, cambiar de versión. La riojana tuvo que defender que el PP rompía las negociaciones porque el Ejecutivo "cambia lo que 48 horas antes se nos estaba trasladando por el propio Gobierno" que es "la constatación de que van a llevar a cabo una reforma del Código Penal para reformar el delito de sedición y así contentar a ERC y a los independentistas".

Los hilos desde la Puerta del Sol

¿Cuál es la razón por la que Feijóo ha cambiado de parecer? Oficialmente y según trata de defender el PP, porque Pedro Sánchez le habría confirmado que en breve el delito de sedición se suavizaría cuando, previamente, Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, les aseguró que no se lo planteaban. Además, desde el PSOE dejaban claro que no había una mayoría suficiente en el Congreso para acometer esta reforma.

Pero en paralelo se había desplegado toda la maquinaria mediática y de presión interna que recordó a la que tuvo que soportar su sucesor, Pablo Casado, forzado a dimitir. La derecha mediática, con El Mundo a la cabeza, se levantaba contra Feijóo e incluso Federico Jiménez Losantos, en su programa de esRadio, llegó a decir que no llegaría a presidente del Gobierno. Desde la Puerta del Sol se movían todos los hilos.

Fue el equipo de Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, el que filtró a la prensa que horas antes de que Feijóo rompiera las negociaciones, que ella le había enviado un mensaje para decirle que no debía pactar, que era una "barbaridad".

Ayuso retoma así el pulso en el PP. Salió victoriosa y reforzada ante Pablo Casado y con Alberto Núñez Feijóo pretende dejar claro que la que tiene el mayor poder es ella y solo ella. Ella dicta el camino y Feijóo, poco acostumbrado a la presión política y mediática que no sufría en Galicia, lo sigue. Mal futuro para el líder del PP.

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