El profesor de Esade Esteve Amirall trae su libro 'Qué hacer cuando todo cambia', en el que aborda la disrupción que suponen las nuevas tecnologías de la Inteligencia Artificial (IA) y el panorama que dibuja para la economía y el sector empresarial.
"La inteligencia artificial va a cambiar el mundo, como lo hizo internet, los smartphone o los PC. Del mismo modo, muchos puestos de trabajo se verán redistribuidos, puesto que será una oportunidad. Sin embargo, quienes pueden pasarlo mal serán aquellos que se queden anclados en el pasado", señala desmintiendo los temores de un gran zarpazo para el mercado laboral y destrucción de puestos de trabajo.
Una nueva disrupción que también modificará el tejido empresarial, prevé Amirall, ahondando en el proceso de reducción en el tamaño de las empresas, pero facilitando también su proceso de creación. Para ello pone ejemplos de grandes firmas del sector, como OpenAI que no llega a 2.000 trabajadores (arrancó con un centenar) o DeepSeek con 150 empleados.
"Tenemos una gran oportunidad para nuestras PyMEs, ya no es necesario tener grandes estructuras para alcanzar objetivos. El reto siempre es aprovechar la oportunidad del mundo diferente y no quedarnos atrás", defiende ante el panorama que llega.
Una oportunidad de crear empresas y distribuir el trabajo de otro modo que también puede suponer una gran amenaza contra los oligopolios, como ya sucede en entornos como el comercio electrónico o las redes sociales: "Por ejemplo, si quieres buscar ejemplos o sitios priorízanos sin una lista infinita de enlaces, puedes recurrir a herramientas como DeepSeek mediante una conversación, especificando todo lo que quieres. Eso ya tambalea a un monopolio como Google".
Otro de los retos de la llegada de la inteligencia artificial se encuentra en la Administración, donde los cambios pueden llegar más lento: "La Administración tiene como reto transformarse y romper esa brecha administrativa que ralentiza trámites de todo tipo", valora Amirall. Por ello, defiende que su oportunidad de transformación esta en "los modelos de lenguaje, que trabajan en base a información", algo fundamental puesto que se trata de una estructura "que tiene un papel de transformación de la sociedad y, como tal, debe trabajar como un impulso".
"Cuando tengamos máquinas que sean capaces de hacer todo lo que hacemos ahora, ya no tendremos sociedad"
Esteve Amirall no ve en la inteligencia artificial un paradigma del fin del trabajo ni un mundo controlado por máquinas, sino una herramienta que cambia el paradigma, como ocurrió con los smartphone o internet: "Cuando tengamos máquinas que sean capaces de hacer todo lo que hacemos ahora, ya no tendremos sociedad, ¿no? Cualquier tecnología crea una nueva generación de gente que la emplea para hacer cosas y desarrollar su propia expertise, haciendo que las anteriores no sirvan. Las expertise se crean a partir de una tecnología y esta creará otras que ya llegarán cuando toque".

La inteligencia artificial llegará progresivamente a nuestras vidas, en algunos casos con gran facilidad con herramientas como ChatGPT o los bots de atención al público por su menor brecha de entrada. Sin embargo, defiende Amirall, el gran reto está en la incorporación a la empresa, puesto que "la adopción desde las organizaciones tiene muchas más resistencias".
Otro reto es la brecha entre China y Estados Unidos en el desarrollo de estas nuevas tecnologías, precisamente cuando la irrupción de DeepSeek apostando por la gratuidad y mejor calidad ha sorprendido a todos: "Francamente, pensábamos que Estados Unidos estaba mucho más lejos que China, pero DeepSeek les ha puesto las pilas a todos".
El auge del gigante asiático ha dejado a Europa muy atrás, aunque Amirall defiende que Estados Unidos "todavía mantiene una ventaja grande en entrenamiento de modelos, pero hay temas como los agentes, donde la ventaja es mucho menor".
Uno de los problemas del Viejo Continente es, precisamente, quedarse atrás en esta guerra tecnológica: "A Europa, este escenario le debería haber servido para ponerse las pilas, pero el foco siempre es regular, pero es complicado decirle a DeepSeek que no siga las consignas del pensamiento comunista chino. Esos modelos son los que son y, por más regulación que haga Europa, seguirán siendo igual. No tenemos ahora otra alternativa y el foco debería estar en competir mejor".
Entre los aspectos que considera que debería aprender Europa de China, se encuentra el valor de la universidad para "competir como sociedad y proporcionar talento", así como el modelo de promoción de los funcionarios, con "objetivos claros y alineados en la sociedad", que incluyen alicientes para aventurarse a cumplirlos.