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Ciencia

Descubren una nueva hormona en el cerebro que controla el deseo sexual

El comportamiento sexual femenino está controlado por la hormona llamada kisspeptin.

El comportamiento sexual es esencial para la supervivencia de las especies, sin embargo, en una era donde el tema del sexo ha dejado de ser tabú y las redes sociales sirven de plataforma para acercar este mundo a todo aquel con una cuenta en la red, el tema de la disfunción sexual femenina sigue siendo un tema poco tratado.

Esta exposición de personas que se desnudan en las redes por amor al arte era impensable hace años, pero lo que tendría que convertirse en una normalización de estas imágenes, se ha traducido en una creciente obsesión por la perfección de cuerpos que nada tienen de perfectos y en trastornos tan peligrosos como la anorexia o la depresión.

A pesar de esta preocupación por el físico y el cambio de comportamientos con respecto al sexo, muchas personas consideran que no van acorde a los tiempos que corren. Es decir, personas con un bajo deseo sexual creen que tienen graves problemas difíciles de solucionar y más de hacer públicos. La experiencia de amar y ser amado debería ser placentera y no conllevar dolor, ausencia de placer o problemas en muchas facetas de la vida cotidiana.

Es cierto que en la sexualidad de las mujeres intervienen factores emocionales, culturales y presiones haciendo que sea mucha más compleja que la de los hombres. Al contrario que ellos, ellas tienen que estar justificándose todo el tiempo o incluso fingir para complacer al hombre.

La disfunción sexual femenina puede ser cosa del pasado

La hormona de los besos es la encargada de controlar el comportamiento sexual
"La hormona de los besos es la encargada de controlar el comportamiento sexual"

Sin embargo, parece que un nuevo estudio científico realizado por los centros universitarios Liège (Bélgica) y Saarland (Alemania) podría haber encontrado la solución a esta disfunción sexual que sufren las mujeres. La investigación está basada en el funcionamiento del cerebro en este tipo de situaciones tan incómodas.

Los experimentos han sido realizados en ratones hembra, examinando el comportamiento de un químico concreto encontrado en el cerebro. Los primeros resultados han demostrado que el deseo sexual podría llegar a ser controlado en un futuro cercano.

Esta hormona estudiada en cuestión ha sido denominada kisspeptin, en español "hormona de los besos". Kisspeptin es el encargado de controlar las funciones de atracción hacia otras personas y el comportamiento sexual, además interviene en temas como la fertilidad o el sexo.

Que se haya descubierto que kisspeptin controla tanto la atracción como el deseo sexual abre camino a nuevas posibilidades esperanzadoras que ayuden en el desarrollo de tratamientos que actúen en casos de disfunción sexual.

Julie Bakker, profesora y jefa del departamento de Neuroendocrinología en la Universidad de Liège, ha declaro que "en la actualidad no hay muchos tratamientos que den buenos resultados para aquellas mujeres con problemas sexuales", sin embargo, gracias a la investigación de la que forma parte, tiene grandes esperanzas en poner fin a este problema y ayudar a todas las personas que lo necesitan.

Aunque no lo parezca, la disfunción sexual en las mujeres es más común de lo que parece, y los tratamientos que existen hoy no ofrecen soluciones efectivas por la complejidad de este trastorno. De hecho, hay que tener en cuenta que, ya sea disfunción del deseo sexual, dolor en las relaciones o incluso la ausencia de excitación, esta alteración puede tener un origen psicológico que debe ser tratado por especialistas que diseñan terapias adecuadas a cada paciente. Y si por el contrario, su origen es fisiológico también debe ser convenientemente diagnosticado para poder ponerle una solución y tratamiento.

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