La pandemia del coronavirus se ha cobrado la vida de más de 1.500 profesionales de enfermería, tantos como en la Primera Guerra Mundial. Entre ellos, se encuentra el caso de Sergio Humberto Padilla Hernández, un sanitario de 28 años que ejercía como enfermero en el estado mexicano de Chihuahua.
Poco antes de su muerte, grabó un vídeo que envió a sus familiares y amigos para comunicarles que le iban a intubar."Bueno, pues, llegó la hora de la verdad. Voy a ser sometido a intubación endotraquial, quiero que, pase lo que pase, cual sea el pronóstico que Dios tenga para mí reservado, me recuerden siempre por lo que fui y por lo que soy", empezó a decir ante la cámara.
El enfermero se estaba mostrando optimista respecto al desarrollo de su estado de salud y se mostraba confiado en superar la enfermedad: "Voy a volver. No es un adiós. Estoy seguro de que voy a volver en unos días, nomás que me recupere y vamos a seguir adelante", aseguraba, desde su cama en el Hospital Ángeles del Estado de Chihuahua.
El joven se despidió: "Los volveré a ver, amigos, los amo y yo sé que van a estar doblando rodilla por mí, por mi salud y por mi bienestar y pase lo que pase, van a estar viendo por mis intereses siempre. Los amo y están en mi corazón".
Pero el coronavirus es mucho más grave, incluso con los jóvenes. Con solo 28 años, Sergio Humberto falleció pocas horas después de grabar el vídeo. Ahora, México intenta concienciar con estas imágenes, precisamente cuando el país se acerca a los 95.000 muertos por la pandemia. Los medios locales intentan concienciar a los jóvenes sobre la crudeza y las duras consecuencias del coronavirus.