Las personas menores trans existen y por suerte cuentan con Chrysallis, asociación de familias de menores trans que llevan a cabo una incansable labor de pedagogía para con la sociedad y de lucha por sus derechos ante las administraciones.
Soledad Fernández Costas, vicepresidenta de Chrysallis, nos explica el trabajo que llevan a cabo. Reconoce que cuando una familia llama a su puerta al encontrarse esta realidad, suelen llegar con miedo y con muchas preguntas. Por suerte, tienen presencia a lo largo de todo el país, por lo que cuentan con redes de apoyo y con profesionales. Con las propias personas menores también trabajan para ayudarlos a empoderarse. A este respecto también juegan un papel fundamental los centros educativos que, apunta Fernández, no están ni preparados ni formados para tener alumnado trans.
La vicepresidenta de Chrysallis se muestra contundente sobre la necesidad de una Ley Trans estatal que asegure la libre autodeterminación de género. "Su realidad no está contemplada, estas personas no están protegidas", lamenta y deja claro que "ser trans no es ninguna enfermedad ni ningún trastorno. Es algo innato, no es algo que se elija".