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Política

El mar de "sardinas" en Italia que busca deshacerse del populismo de Salvini

Una ola de antifascismo llena las plazas italianas para evitar la pérdida de su bastión "rojo": la Emilia Romaña.

El mar de "sardinas" en Italia que busca deshacerse del populismo de Salvini

Bolonia cuna de los tagliatelle, los tortellini, el ragú (más conocido como salsa boloñesa en nuestro país) o la mortadela, es por muchos conocida como Bologna la grossa, algo así como Bolonia la gorda. Un sobrenombre cuyo origen es muy evidente: se come mucho y muy bien en la capital de la región italiana de Emilia Romaña. Aunque esta zona no solo es conocida por su tendencia al buen comer sino también por su histórica vinculación al socialismo. De ahí que muchos también la conozcan como Bologna la rossa. Si bien en un principio este mote era simplemente por el color de sus ladrillos, desde mitad del siglo XX tomó un cariz político. Autores abiertamente de izquierdas como Pier Paolo Pasolini nacieron en el "bastión rojo" de Italia que ahora está en peligro. 

Y es que la Lega de Matteo Salvini está cada día más cerca de hacerse con su poder. La coalición de centroderecha (o más bien, derecha derecha, o más a la derecha de la derecha) gobierna ya en 12 de las 20 regiones de Italia. Y, ahora, los sondeos ven posible la caída del gran "bastión rojo" de Italia en las próximas elecciones del 26 de enero. La pérdida de Emilia Romaña se sumaría a otra pérdida histórica, la de la región de Umbría donde Salvini se hizo con el poder tras más de 50 años de gobiernos de centro-izquierda. Esta victoria de la Lega en Emilia Romaña podría en jaque al gobierno central, que tendría muy difícil su continuidad fingiendo que no está sucediendo nada. 

Para luchar contra esto y la descomposición de los partidos de izquierda y el Movimiento 5 estrellas, nació el movimiento de las "sardinas" jugando con el símil de enlatarse como ellas en las plazas. David contra Goliat, el pez pequeño contra el pez gigante del fascismo. Coincidiendo con un acto del líder de la Lega en un en el espacio boloñés Paladozza, un grupo de jóvenes decidieron tomar la Piazza Maggiore de Bolonia, donde se congregaron unas 10.000 personas, más del doble de las que acompañaron al líder de la Lega. Una celebración espontánea en la que no hubo banderas ni siglas políticas, solo personas luchando por una sociedad menos racista y populista.

A partir de ahí, un mar lleno de sardinas acecha a Salvini allá donde va. A Bolonia le siguieron más de un centenar de convocatorias por toda la geografía italiana, llenando plazas de ciudades como Padua, Ferrara, Perugia, Turín o Palermo. La última de ellas ha tenido lugar el pasado sábado 14 de diciembre en Roma. Coincidiendo exactamente con el primer mes de vida de este movimiento se congregaron unas 100.000 personas en la Plaza de San Giovanni in Laterano.

Como viene siendo habitual ya de estas concentraciones, buen humor, algunas pancartas caseras, ninguna sigla política y mucho "Bella Ciao" —canto partisano por antonomasia que se ha hecho famoso en todo el mundo por la serie 'La casa de Papel'—. A la capital italiana se sumaron otras 23 fuera de las fronteras del país transalpino —París, Londres, Berlín, Bruselas, Amsterdam y San Francisco son algunas de ellas, aunque también unas 400 personas se concentraron en Madrid—.

En busca de un modelo de organización

De Roma también es el cineasta Nanni Moretti, promotor de un movimiento similar que tuvo lugar en 2002 para luchar contra el Gobierno de Silvio Berlusconi. Un pronunciamiento que se encontró con la gran dificultad de cómo continuar con su desarrollo. Una situación en la que se encuentran ahora estas sardinas que, tras su concentración en la Città eterna, reunieron a sus más de 150 organizadores para determinar las líneas claves de su proyecto y, así, tratar de no caer en errores de otras movilizaciones

Por ahora, siguen eligiendo ser un movimiento transversal, sin estar bajo ninguna sigla en particular, pero con un mismo proyecto de país en el que populismo y racismo no tienen hueco. Su decisión es la de mantenerse ajenos a los partidos pero abiertos al diálogo con los políticos, a pesar de que todavía no se encuentran preparados para ello, tal como aseguró uno de sus primeros organizadores y principal portavoz, Mattia Santori.

Asimismo, la agrupación también expresó a través de Facebook que todavía se debe "continuar a presentar una alternativa a la bestia del soberanismo y las promesas fruto del pensamiento simplista" volviendo "pronto al territorio". "Nuestro objetivo no es decidir o mandar pero sí comprometernos. Si lo queréis, nos vemos pronto", concluyeron.

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