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Política

¿Qué sucede en Cuba, qué implica el 15-N y cómo influye Yunior García?

Las protestas del 15-N y las movilizaciones que estallaron el 11 de julio amenazan con poner en cuestión el régimen de Díaz-Canel.

¿Qué sucede en Cuba, qué implica el 15-N y cómo influye Yunior García?

Cuba se encuentra en un momento complicado. La pandemia del coronavirus ha lastrado una economía en la que el turismo tiene un gran peso y que adolece de un desabastecimiento crónico como consecuencia de las duras sanciones impuestas contra el régimen. Todo ello se une a un encarecimiento en el precio de los alimentos que ha empeorado las condiciones de vida de la población.

Un sector de la población exige cambios profundos en el sistema, que actualmente dirige el presidente Miguel Díaz-Canel. El régimen comunista, por su parte, apuesta por un tímido seguidismo del modelo chino, en el que se aprueban pequeñas reformas para abrir la economía al mercado, pero con nulos cambios a nivel político.

La renuncia de Raúl Castro en 2018 supuso un halo de esperanza a la hora de conseguir reformas en el país caribeño. De hecho, Díaz-Canel fue considerado como miembro de una nueva generación que traería cierto cambio y conectaría con las generaciones más jóvenes. Pero, en la práctica, nada ha cambiado y el régimen se ha convertido en un gigante anquilosado en el tiempo sin capacidad de evolucionar.

La oposición sigue agrupándose y movilizándose para reivindicar reformas encaminadas hacia una mayor libertad económica, social y política en la isla. Están impulsados, sobre todo, por disidentes políticos, personalidades de la cultura y periodistas. Sin embargo, la represión y militarización de las calles ha sido la tónica general, con una clara represión de cualquier movimiento en contra del Gobierno.

Las protestas se vienen sucediendo desde el pasado 11 de julio, cuando parte de la población salió a las calles para exigir un cambio y la dimisión de Miguel Díaz-Canel. El presidente decidió responder a estas movilizaciones con mano dura, detenciones y una fuerte represión violenta por parte de la policía.

Al menos hubo 805 personas a las que se privó su libertad en este contexto y todavía muchos de ellos permanecen encarcelados. El centro de asesoría legal Cubalex indicó en agosto que solo se había liberado a 249 personas, 516 permanecían en prisión y 40 en paradero desconocido.

Movilizaciones del 15-N y el papel de Yunior García

Este mantenimiento de la represión ha derivado en las protestas del 15-N, convocada por grupos opositores. Se organizaron bajo el pretexto de demostrar una forma de movilizarse distinta a la ejercida por el régimen. Sin embargo, el Gobierno decidió militarizar las calles, según los grupos opositores, para intimidar a la población a la hora de movilizarse en este contexto.

La oposición asegura que se vivía "terror" en las calles, con un clima de excesiva tensión ante la actuación de los militares en las calles. El Gobierno se había negado a autorizar las concentraciones sin justificación concreta, algo que ha sido considerado como un rechazo frontal a la libertad de expresión de los activistas cubanos.

El líder de estas protestas es Yunior García, uno de los miembros más visibles de la plataforma ciudadana Archipiélago. Este grupo surgió tres semanas después de las protestas del 11 de julio y se organiza a través de las redes sociales. Se centra en la búsqueda de vías para la salida democrática del país mediante vías pacíficas, pero no se constituye como partido político.

Su situación ha trascendido las fronteras cubanas después de que las fuerzas de seguridad del Estado hayan sitiado su vivienda. García finalmente ha terminado en España después de que las autoridades cubanas le hayan permitido el viaje. Es una política tradicional en La Habana: un líder opositor, tras una campaña de acoso, genera menos adhesiones a miles de kilómetros que convertido en mártir.

No fue el único que recibió el acoso en su vivienda. Otros activistas cubanos han denunciado hechos similares.a El Observatorio Cubano de Derechos Humanos (OCDH) señala que "al menos un centenar de acciones represivas" han tenido lugar en las últimas horas.

Mientras esto sucede, el gobierno cubano mantiene la polémica retirada de credenciales a los periodistas de Efe, que tan solo ha restituido a dos empleados. El Centro de Prensa Internacional (CPI) de Cuba se lo comunicó a una redactora y un camarógrafo después de eliminar los permisos a toda la delegación.

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