La mayoría absoluta de PP y VOX en el Parlamento Valenciano ha tumbado una propuesta que reclama que las conocidas como terapias de conversión sexual sean consideradas delito y se incluyan en el Código Penal. Se trata de pseudoterapias sin evidencia científica, descartadas por la OMS y en las que se trata a personas gays, lesbianas, bisexuales o trans como enfermos.
Ambas formaciones, incluido el presidente Carlos Mazón, rechazan de este modo la proposición no de ley que presentó Compromís a instancias de las organizaciones que defienden los derechos de las personas LGTBIQ+, después de que la ley de acompañamiento a los presupuestos modificaran las referencias a estas pseudoterapias, facilitando su práctica y eliminando contenidos por la aceptación social de todas las personas identificadas de este modo.
La enmienda recoge la prohibición de "las terapias que puedan suponer una agresión o intimidación a la persona trans", pero después se recoge que es "posible acogerse a acompañamiento siempre que se opte libre y voluntariamente". A pesar de que la Generalitat se defiende alegando que el cambio no avala estas pseudoterapias y su director general de Diversidad mantiene que "están totalmente prohibidas", el texto abre la puerta a que se puedan realizar en el territorio valenciano.
La oposición de Compromís y PSPV ha alertado del cambio normativo, que además supone eliminar contenido sobre diversidad sexual y "abrir la puerta a las terapias de conversión y, en definitiva, desmontando las garantías de protección a las personas trans, especialmente a las infancias".
Protección de las víctimas
En el debate sobre el cambio legislativo, Compromís alegó que estas pseudoterapias deben ser consideradas como un delito para facilitar la protección de las víctimas. Así se recoge en la proposición de ley orgánica presentada en el Congreso a propuesta de la asociación No es Terapia, con el apoyo de Sumar, Podemos, ERC, BNG y Junts, que las castiga con cuatro años de prisión.
"Hemos tenido que poner sentido común para garantizar la supervisión médica y psicológica", ha defendido la diputada del PP Verónica Marcos, que mantiene que su formación no avala este tipo de prácticas y que permanecen prohibidas en la legislación.
Los grupos de la izquierda y el PP se han reprochado la falta de asistencia a las víctimas de estos pseudotratamientos que, en todo caso, ambos han negado. Este tipo de prácticas, que se realizan en países como Guinea Ecuatorial, tienen consecuencias en sus víctimas. Un informe elaborado por el Parlamento Europeo explica que pueden padecer pensamientos suicidas e intentos de suicidio como autolesiones y desarrollar depresión, ansiedad o autorrechazo.

Por su parte, VOX ha defendido lo que llama "acompañamiento" a las personas LGTBIQ+. Su diputada, Ángeles Criado, sostiene que "una persona que está en un periodo de confusión de identidad está en su derecho de que alguien le acompañe, si voluntariamente quiere, y puede elegir a quien le dé la gana en función de sus creencias religiosas"