El Vaticano cumple una de las últimas voluntades que el Papa Francisco dejó plasmado en su testamento. De este modo, se aprueba la cesión del que fue su vehículo oficial, conocido como el papamóvil, para que sea reconvertido en una unidad de salud móvil que preste atención a los niños en la Franja de Gaza.
Desde que comenzó la invasión de la Franja de Gaza tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, el pontífice llamó prácticamente a diario a la única iglesia católica que hay en el territorio atacado hasta que falleció el 21 de abril a los 88 años.
En su último mensaje de Pascua, Francisco no dudó en acordarse de la situación que se vive en Gaza: "Él quería saber siempre cómo estábamos. Incluso llegó a conocer algunos parroquianos por su nombre", ha explicado el párroco de la iglesia gazatí, Gabriel Romanelli, en los días posteriores a su fallecimiento.
Durante los últimos meses, el Papa Francisco confió la iniciativa a Cáritas Jerusalén, buscando de este modo una respuesta a la grave crisis humanitaria que se está sufriendo en la Franja de Gaza, donde casi un millón de niños se han visto desplazados.
En plena guerra, con un sistema de salud desmantelado, sin acceso a educación y con las infraestructuras colapsadas, el Papa había enviado en repetidas ocasiones mensajes para denunciar la situación: "Los niños no son números, son rostros, nombres, historias, y cada uno es sagrado", expresó.
Un nuevo uso para el papamóvil en Gaza
Ahora, se cumple la última voluntad del Papa Francisco y el papamóvil será reconvertido para un uso humanitario, aunque todo dependerá del papel de Israel, puesto que está bloqueando en todo momento el acceso de ayuda a la población invadida.

El papamóvil reacondicionado está siendo equipado con equipos de diagnóstico, exploración y tratamiento. Se incluyen pruebas rápidas para infecciones, vacunas, kits de sutura y otros suministros vitales. Será atendido por médicos y sanitarios, pudiendo llegar a las zonas más aisladas e Gaza.
El secretario general de Cáritas Suecia, Peter Brune, ha escrito que el vehículo permitirá llegar a niños que "hoy no tienen acceso a la atención sanitaria: niños que están heridos y desnutridos". "Se trata de una intervención concreta que salva vidas en un momento en que el sistema sanitario de Gaza está prácticamente colapsado", ha defendido.
Brune mantiene que esta decisión no solo representa la cesión de un vehículo, sino "un mensaje de que el mundo no se ha olvidado de los niños de Gaza", pero también una invitación al resto del mundo para que mantenga en su recuerdo lo que está ocurriendo en la Franja.