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Política

Los mensajes del tirador que amenazaba con matar a Pedro Sánchez: "Con un tiro se acaba"

El francotirador Manuel Murillo se enfrenta a penas de hasta 18 años de cárcel por delito de proposición de homicidio a una autoridad, Pedro Sánchez.

Los mensajes del tirador que amenazaba con matar a Pedro Sánchez: "Con un tiro se acaba"

Manuel Murillo tiene 63 años, no cuenta con ningún antecedente y es de Tarrasa. Sin embargo, se enfrenta a penas de 18 años de prisión tras una proposición de homicidio a Pedro Sánchez. Según las autoridades, tenía "una clara voluntad" y además contaba con el convencimiento para poder realizarlo. "Solo le faltaban elementos logísticos", consideraban. El hombre, dispuesto a "sacrificarse por España", no mostraba miedo alguno a las posibles represalias.

"Es un plan para acabar con el Gobierno que hay, pero no quiero que lo sepa nadie, solo los justos (...) es algo como en la segunda guerra mundial fue WALKIRIA (sic). Yo lo hago. Necesito ayuda y tiene que ser patriotas (...) Soy un francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez antes de que del todo hunda a España. No haría falta guerras". Estos son algunos de los mensajes que Murillo, que lleva ya un año y medio en la cárcel, había enviado por WhatsApp. El hombre, además, contaba con armamento más que suficiente para llevar su plan a cabo: tenía al menos 16 armas.

El grupo y los polémicos mensajes

Manuel Murillo, en la cárcel por amenazar con matar a Pedro Sánchez
"Manuel Murillo, en la cárcel por amenazar con matar a Pedro Sánchez"

El acusado formaba parte de un grupo de WhatsApp llamado "T por E", constituido por personas afines a la ideología de extrema derecha, según informa El Español. Todo comenzó a tornarse más oscuro tras las noticias relacionadas con la exhumación de Franco: "Si lo sacan (a Franco del Valle de los Caídos) me cargo al Sánchez, lo juro", declaraba.

El 18 de julio llegaron al extremo en sus conversaciones: "No podemos permitir que humillen al Generalísimo Francisco Franco ni a José Antonio Primo de Rivera (sic). Es una venganza por haber perdido la guerra. Estos no sólo saben ganar la guerra cuando el otro está muerto. Sino no tienen cojones ni saben luego como llevar un país. No lo voy a consentir. Si es preciso me voy a ir armado y me sentaré en la tumba de Franco y si se acercan disparo". Pero no terminaba ahí: "Si tocan a Franco sugiero que empiece la guerra otra vez por nuestro honor, patriotas no podemos consentir. Y esta vez no dejaremos ni uno".

Sus mensajes contra el presidente eran continuos. Un rechazo hacia su figura cada vez más notorio y preocupante: "Al Sánchez hay que ir a cazarlo como un cuerno (ciervo) y poner la cabeza en la chimenea. Tantos cazadores en España y ninguno tiene cojones. Solo matan pobres animalitos que no rompen España, a este sí que hay que cazarlo".

Y no solo eso, Manuel instaba al resto de componentes del grupo, aunque a la mayoría no los conocía en persona, a "estar organizados", "armados para dar un golpe de Estado y cargarse a toda esa mierda que se ponga por delante".

La denuncia 

Armas incautadas por los Mossos
"Armas incautadas por los Mossos"

A pesar de aquellos mensajes, las principales amenazas las adelantó en una conversación privada con la dirigente local de VOX: "Es un plan para acabar con el gobierno que hay, pero no quiero que lo sepa nadie, solo los justos (...) es algo como en la segunda guerra mundial fue WALKIRIA. Yo lo hago. Necesito ayuda y tiene que ser patriotas (...) Soy un francotirador y con un tiro preciso se acaba el Sánchez ante de que del todo hunda a España. No haría falta guerras", le dijo por WhatsApp.

Aquella dirigente fue la que denunció los hechos ante los Mossos, que comenzaron con la investigación y detuvieron a Manuel Murillo el 19 de septiembre de 2018. Solo en su vehículo se encontraron una pistola, una carabina y un puñal, además de útiles diversos para la práctica de tiro.

Por otra parte, en su vivienda le incautaron tres revólveres, una escopeta, un fusil de asalto, una ballesta artesanal, un artefacto explosivo improvisado, un silenciador, visores telescópicos, herramientas para la manipulación de cartuchos e ingente cantidad de munición.

El detenido declaró que sus mensajes eran únicamente "tonterías" que escribía para hacerse "el patriota"ante la dirigente que posteriormente lo denunció. "Sé que no es excusa, pero había bebido", justificó. Por ahora continúa en la cárcel y la Fiscalía de Barcelona pide para él penas que alcanzan los 18 años de prisión por presuntos delitos de de conspiración para atentar contra autoridad con uso de arma, delito de amenazas graves, delito de tenencia ilícita y depósito de armas, municiones y explosivos y un delito de odio.

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