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Y la foto de Colón lo cambió todo... a peor

PP, Ciudadanos y VOX no han dejado de perder apoyos en las encuestas desde que escenificaron el 'uno y trino' de la derecha.

Y la foto de Colón lo cambió todo... a peor

Los resultados de las elecciones de este 28 de abril dejan una fotografía evidente: la derecha española se encuentra en seria debilidad frente a la izquierda. Los pronósticos que vaticinaban un 'golpe' de Sánchez por pactar con independentistas han dado paso a la primera victoria nacional del socialismo en 11 años, un auge de 38 escaños y la victoria en algunas provincias donde habían perdido en décadas. Y, de paso, a recuperar terreno para el constitucionalismo en Cataluña, con una buena victoria en la provincia de Barcelona.

Pero hubo un tiempo, no muy lejano, en el que Pedro Sánchez se veía condenado al ostracismo de la oposición. Un tiempo en el que las encuestas hacían temer un adelanto electoral y en el que el PSOE estaba haciendo todo lo posible por aprobar los presupuestos. Incluso en el que se hablaba de una victoria insuficiente para parar a la derecha. Hasta que todo cambió. Y ganó. ¿Qué pasó mientras?

El giro empieza tibiamente en enero

La derrota de Susana Díaz fue la mejor campaña para unir a toda la izquierda en el PSOE
"La derrota de Susana Díaz fue la mejor campaña para unir a toda la izquierda en el PSOE"

La media de las encuestas electorales que recogía el diario El Pais en marzo de 2019 puede servir como guía para conocer los volátiles comportamientos de los electores y cómo están influyendo todos los acontecimientos que se suceden durante los últimos meses.

El primer movimiento signficativo se encuentra en la irrupción de VOX en el Parlamento de Andalucía con 12 escaños. La llegada de la ultraderecha empieza a activar al votante progresista y el PSOE empieza a revertir la caída que estaba registrando durante los meses previos.

Pero aún quedaba más. La rápida firma de un gobierno de coalición con el PP apoyado desde fuera con VOX hace caer ligeramente a PP y sobre todo a Ciudadanos: la gente empieza a alejar a la derecha del centro dentro del imaginario. A ello, también se une la caída que también empieza a vivir Unidos Podemos, clara víctima del voto útil al PSOE.

Sin embargo, las caídas no son significativas y parecen cuestiones puntuales (con la excepción de Ciudadanos, que sufre su papel en la moción de censura). Pero aún quedaba febrero...

Una foto que lo cambió todo

La foto de familia fue el mayor regalo que pudo esperar Pedro Sánchez
"La foto de familia fue el mayor regalo que pudo esperar Pedro Sánchez"

El verdadero cambio electoral llegó el mes de febrero. Entre insultos de "felón" y de la mano de Falange y Hogar Social, la derecha se unió para pedir la dimisión de Pedro Sánchez, en lo que esperaban que fuera una contestación masiva a la figura del relator que Moncloa no aceptó en ningún momento.

Todo el mundo estaba llamado a asistir a la plaza de Colón el 10 de febrero, la misma plaza en la que Rouco triunfaba reclamando la derogación del matrimonio igualitario 15 años atrás. Llegaron a pagar autobuses para acudir 'by the face' y 'echarse' el día criticando al presidente, para acabar tomando relaxing cups of café con leche en la Plaza Mayor, como diría la esposa del referente Aznar. Suponemos que el bocata iría incluido en la oferta.

Sin embargo, el 'llenazo' se convirtió en 'pinchazo'. Porque la derecha esperaba conseguir una asistencia masiva, un movimiento en parte transversal, similar a las manifestaciones por la unidad de España en Barcelona (a la que acudían miembros del PSOE)... y terminaron con Arrimadas perdiendo el AVE 'por casualidad', con Valls criticando veladamente el encuentro al que tuvo que asistir y con Juanma Moreno intentando 'escaquearse' porque tenía un bautizo. Un completo fracaso.

Aquel día, la derecha dejó de ofrecer la imagen del 'todos contra Sánchez' para mutar al 'nos vinculamos a los extremistas y Sánchez es el único que nos puede derrocar'. Aquel día, la derecha dejó de tener diferencias en el imaginario de los votantes para convertirse en el 'uno y trino'; el 'trifachito' para los más beligerantes. Y eso se paga caro.

Aquella foto solo sirvió para regalar todo el centro al PSOE (que incluso ha pescado en el centroderecha más moderado), erigir a VOX con el papel de 'salvapatrias' y arrinconar en un pequeño hueco ideológico a tres partidos que estaban llamados a gobernar a 47 millones de españoles. Por muchas banderas LGTBI que colocase Rivera en aquella plaza, parece evidente que todo el colectivo se alejó de un partido que se estaba manifestando con gente que pide abolir sus propios derechos. Y no hablemos del feminismo, esa 'dictadura' según VOX, que consigue apoyos mayoritarios en la calle; combatiendo 'manadas' de violadores y desigualdades impensables a estas alturas de la historia.

Un harakiri con la espada D'Hondt

Eso es lo que se hizo la derecha ese domingo 10 de febrero. Las movimientos en las encuestas muestran que la convocatoria solo benefició a PSOE y VOX, es decir, a un partido capaz de unir a todo el centroizquierda y a la espada de damocles verde de la derecha. Un harakiri en toda regla.

Cierto es que el PP aún paga la corrupción y el asunto catalán, como se escuda Casado, pero habrá que comprobar si el mantra de la "herencia recibida" sirve para estar explotándolo más allá de los 10 meses que lleva al frente de su partido: el PSOE le saca más de tres millones de votos.

La derecha prácticamente empata en apoyos con la izquierda (alrededor de 10 millones), pero la intensa necesidad de PP y Ciudadanos por salir en la foto con Abascal ha fragmentado su bloque. Porque VOX ha quitado muy poco voto de la indignación política a Unidas Podemos o PSOE, como alguien pudo llegar a pensar. La jugada no ha sido, precisamente, 'maestra'. Y si no que se lo digan a Feijóo, que saca pecho mostrando que con su estrategia de 'ninguneo', VOX no tiene ningún tipo de representación en Galicia.

Ahora falta ver qué giro de timón se espera en un bloque llamado a reposicionarse. A reconciliarse con feministas, LGTBI y muchos otros colectivos abandonados. ¿Acaso en Ciudadanos han olvidado que el catalanismo moderado no independentista conservador está huérfano y necesita alguien a quien votar? ¿Acaso el PP se ha olvidado de que el grupo LGTBI que les apoyaba en redes está en suspenso desde que Casado venció en las primarias? ¿Acaso alguien piensa que España está clamando realmente la recentralización de todo el Estado de las Autonomías? Sin duda, la foto de Colón pesará como una losa durante mucho tiempo.

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