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"Fui violado en más de 200 ocasiones". Hablan las víctimas de abusos en la Iglesia

Daniel Pitter fue sometido a todo tipo de abusos por el fraile capuchino Joël Allaz sin que interviniesen las jerarquías eclesiásticas.

Los escándalos de abusos en el seno de la Iglesia católica continúan saliendo a la luz y, de una vez por todas, las víctimas están empezando a contar con el apoyo explícito de algunos miembros destacados.

El último en pronunciarse ha sido una víctima del fraile capuchino Joël Allaz, un prelado que ha reconocido que violó a otros 150 niños de los que al menos ocho terminaron suicidándose.

Y lo relata en el libro que ha lanzado Daniel Pitter, un hombre que ahora tiene 58 años y que recuerda aquellos tiempos con mucho dolor: "mientras predicaba homolías magníficas, yo lo veía desnudo como un viejo cerdo".

Daniel Pittet asegura que ha perdonado a su agresor
"Daniel Pittet asegura que ha perdonado a su agresor"

Daniel, que afirma que ha perdonado a su agresor, ha contado en la presentación de su libro en Madrid con el apoyo de los jesuitas y el presidente de la Conferencia Episcopal, Ricardo Blázquez. Un guiño, quizás, para esa renovación de la Iglesia que tanto promulgó el Papa Francisco que, por cierto, se pronuncia también en el libro: "Para quien ha sido víctima de un pederasta es difícil contar lo que ha soportado. El testimonio de Daniel es necesario, precioso y valiente".

Lejos queda, quizá el apoyo que se mostró en el pasado, por ejemplo, al obispo de Tenerife, Bernardo Alvárez, que llegó a asegurar que "hay menores que desean el abuso e incluso te provocan". Un lavado de cara 'a medias', ya que el mencionado prelado continúa como obispo de San Cristóbal de La Laguna.

Daniel, mientras tanto, se siente arropado. A sacar a relucir este libro, ha contribuido el hecho de saber pasar página, algo que no ha sido fácil: "Tras dieciocho años de terapia ya puedo emplear las palabras apropiadas".

Terribles abusos

Daniel ha presentado en España el libro en el que ha relatado todos los abusos a los que fue sometido
"Daniel ha presentado en España el libro en el que ha relatado todos los abusos a los que fue sometido"

La experiencia de Daniel Pittet ha sido completamente dura y su fortaleza mental a la hora de superarla, admirable: "Un sábado como todos los demás, entra en la catedral un sacerdote capuchino, el padre Allaz, para celebrar misa. ¿Por qué él? Ha olfateado una buena presa. me invita al convento. Quiere enseñarme un mrlo que habla. ¡Tengo nueve años, es mágico!".

Rápidamente, el prelado cambió el tono: "Sin tiempo de ver al mirlo, me hace entrar en su habitación. Me ordena: '¡Bájate el calzón!'. Todo discurre muy rápido. Después, me sirve una limonada. Ninguna palabra. Bebo en silencio. me acompaña a la puerta, todo sonrisas. Me dice en voz muy baja: 'Tendremos que guardar todo esto entre nosotros'".

La vergüenza de denunciar

Daniel Pittet, junto al Papa Francisco
"Daniel Pittet, junto al Papa Francisco"

Ahora, con el tiempo, la víctima de todos estos abusos describe el calvario que viven las víctimas de estos hechos traumáticos: "Denunciar un abuso es un paso muy doloroso. Rara vez se consigue castigar a los malos y protefer a los buenos. Fenunciar genera vergüenza: ¡una víctima necesita pruebas! Eso quiere decir que debe dejar que el médico examine su ano. ¡Es abominable!".

El relato prosigue: "Peor aún, ¿cómo puede probarse, diez o quince años más tarde, que ha sido salvajemente violado? El riesgo mayor es el suicidio. El grupo prefiere salvar al clan y sacrificar a la víctima". Se refiere, quizás, a la gran cantidad de prelados trasladados de parroquia, en vez de ser expulsados, cada vez que saltaba alguno de estos casos. Un gesto que parece que va cambiando poco a poco en la Iglesia católica.

Daniel tuvo una oportunidad para demostrar los hechos: "Tenía una marca llamativa en el cuerpo". Si no hubiera sido así, quizás, no habría podido contar con el apoyo de la Justicia.

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