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Qué ha pasado con las Devermut: De tránsfobas a ¿inventarse una agresión homófoba?

La pareja formada por Marta Cillán y Sara Giménez se sitúan en el centro de la polémica y son denunciadas por una discoteca debido a sus acusaciones.

Qué ha pasado con las Devermut: De tránsfobas a ¿inventarse una agresión homófoba?

Marta Cillán y Sara Giménez son una pareja de mujeres lesbianas que han logrado una gran repercusión en Instagram, donde superaron los 800.000 seguidores. Bajo el nombre de Devermut, ambas han destacado por su activismo feminista y LGTBI, visibilizando especialmente la realidad de las mujeres lesbianas. Sin embargo, a pesar de decirse defensoras del movimiento feminista, se han unido a la rama trans excluyente, las autodenominadas TERF, que discrimina y aspira a recortar derechos a las mujeres trans, a las que incluso niegan su identidad.

Especialmente conocidas se han hecho en esta red social por sus post explicativos sobre cualquier tendencia o acontecimiento que sucede en el mundo. A través de imágenes visualmente atractivas y y con ideas muy generales pero poco precisas y sin ningún tipo de análisis, han conseguido que estas publicaciones se compartan masivamente generando engagement, lo que les ha permitido venderse a diferentes marcas y presentarse como referentes.

Si bien muchos ya conocían las prácticas y los discursos de Devermut, la polémica ha terminado por estallar a raíz de la denuncia pública que la pareja hizo contra una discoteca de Conil de la Frontera (Cádiz). El pasado viernes 3 de septiembre publicaron en sus redes sociales que habían sido expulsadas de este local "por bolleras". "Nos acaban de echar de La Luna en Conil por bolleras, literal", aseguraron, adjuntando vídeos grabados por ellas mismas.

"Asumimos que una agresión homófoba pasa por una agresión física, pero la realidad es que a las lesbianas, la mayoría de veces, no nos pegan", explicaron las influencers en Instagram. "Lesbofobia es también estar sometidas a un acoso continuo por hacer lo que hace cualquier pareja hetero, besarse en una discoteca. Sentir que somos el show. Que nos miren, que nos molesten, que se rían con la única intención de humillarnos", añadieron.

"Después de besarnos y tener a 200 maromos mirando, hemos avisado a los porteros y lo que han hecho es decirnos que quizá habíamos bebido demasiado. Un portero bajito fuertote mazado ha intentado pegarnos, el nivel ha sido fuertote", denunciaban en redes. "Lo que pasó ayer no es un hecho aislado, ni especial, la única diferencia fue que ayer no decidimos callarnos o mirar para otro lado, y eso nos llevó a que termináramos en la calle a punto de que un puñado de matones nos pegaran", explicaban ambas en un comunicado en su cuenta de Instagram.

¿Denuncia falsa?

Dada la repercusión alcanzada por la denuncia de Devermut, desde la discoteca La Luna, donde presuntamente se produjo la agresión homófoba, han respondido desmintiendo a las influencers, aclarando los motivos por los que, según el local, fueron expulsadas del club nocturno, aportando grabaciones de seguridad para demostrar que las acusaciones son falsas y anunciando que van a denunciar a Cillán y Giménez.

"Debido a las difamaciones cometidas por Devermut nos vemos en la obligación de realizar un comunicado de prensa. Estamos muy avergonzados por este tipo de clientela, más después de haber visto más de tres horas de grabaciones en las que no ocurre nada de lo que han descrito. Se procederá a su denuncia", se lee en el comunicado que ha hecho público la discoteca. En el escrito se explica que "Devermut fueron expulsadas del pub por no respetar las medidas de seguridad del Covid-19, molestar a otros clientes y utilizar malas formas para dirigirse al personal del local".

En algunos de los fragmentos de las grabaciones que ya circulan por las redes sociales no se puede observar los actos que denuncian las jóvenes. En el momento de echarlas aseguran que casi son agredidas, pero las imágenes proporcionadas por las cámaras muestran que no es así. Lo que, por el contrario, sí se aprecia, es cómo empujan e incordian a algunos de los presentes en la discoteca o cómo acuden al baño sin mascarilla. No obstante, se trata de grabaciones que carecen de audio, por lo que se desconoce las conversaciones previas. Además, solo son pocos minutos, no la secuencia entera, por lo que no es determinante.

Devermut no se quedó ahí y también cargaron contra otro local de la zona, el pub El Chsss, donde aseguraron que no las dejaron entrar porque habían sido avisados por parte de La Luna. También este local, ante las acusaciones, ha lanzado un comunicado desmintiendo a la pareja: "La madrugada del jueves 2 de septiembre, a la 1:30 horas, dos personas intentan acceder a nuestro establecimiento con evidentes signos de embriaguez", comienzan explicando.

"El equipo de seguridad niega su acceso a nuestro local basándose en criterios de protección hacia el resto de clientes, el personal y nuestras instalaciones y por control de aforo", explican. "Tras este hecho, las dos personas comienzan a faltar el respeto, amenazando e insultando al personal. Después de varios exabruptos, comienzan a grabar con sus dispositivos móviles", narran. Por último, lamentan la confusión generada por esta denuncia.

Las redes estallan

Este suceso protagonizado por Devermut ha sido muy criticado en las redes sociales, lo que ha llevado a que en poco más de 24 horas pierdan más de 50.000 seguidores en Instagram. En Twitter también han sido tendencia proliferando las criticas hacia la actitud de las jóvenes.

"Lo que han hecho las Devermut inventándose una agresión homófoba en una discoteca no es muy diferente a cómo han saltado a la fama aprovechándose de causas sociales para hacer posts virales con textos plagiados. Reivindicar no debería ser un negocio", ha lanzado un twittero. "Es repugnante cómo Devermut instrumentalizan las violencias que sufren las mujeres y el colectivo LGTBI", ha opinado otro.

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