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¿El futuro de Casado y Egea en entredicho? Lo que se prepara con Feijóo tras las gallegas

Crónica de un desencuentro: los resultados de los próximos comicios prometen hacer "rodar cabezas" dentro del PP.

¿El futuro de Casado y Egea en entredicho? Lo que se prepara con Feijóo tras las gallegas

El Partido Popular está encontrando serios problemas para cerrar las heridas que quedaron abiertas durante las primarias en las que resultó elegido Pablo Casado como sucesor de Mariano Rajoy.

El liderazgo que está ejerciendo Casado le ha enfrentado con sus barones. Por el modo, la estrategia y las formas. Sus intenciones de devolver el aznarismo con una concepción de la política enclaustrada en la España de hace dos décadas (de donde procede su candidato vasco, Carlos Iturgaiz), le ha enfrentado con los que piden volver al 'centrismo' de Rajoy que permitió superar el chaparrón de las corruptelas del PP logrando vencer las elecciones.

Los datos, por el momento, avalan la vía moderada. Para ello, simplemente basta mirar a Galicia y analizar las métricas de las encuestas. La última de GAD3, que ha acertado en las últimas citas electorales, concede con práctica seguridad una nueva mayoría absoluta para Alberto Núñez Feijóo.

El motivo por el que el candidato consigue aglutinar tantos apoyos se encuentra en las comparativas con las generales: Feijóo consigue seducir a los votantes de Ciudadanos y de VOX pero es que, además, consigue acumular uno de cada cinco votos que apoyaron a Pedro Sánchez en las pasadas generales. Un dato más: resulta llamativo que Feijóo esté escondiendo el logo de su partido en los mitines y potencie su marca.

Durante su último mitin, el logo del PP se ha mostrado en formato completamente microscópico
"Durante su último mitin, el logo del PP se ha mostrado en formato completamente microscópico"

A parte del discurso centrista, uno de los baluartes de Feijóo está siendo su poca confrontación con los nacionalismos periféricos conjugada con una defensa cerrada de las autonomías territoriales. Este hecho le ha llevado a colgar el 'sambenito' de "nacionalista gallego" por su política lingüístca, precisamente heredada de Fraga.

Este análisis de la diversidad de España desde una perspectiva de país consolidado se enfrenta completamente con la vía por la que Casado opta en estos momentos: un choque de trenes con los nacionalistas y una visión de España más cercana a la centralización, como parecen defender sus mentores Esperanza Aguirre y José María Aznar.

"Rodar cabezas"

Alfonso Alonso intentó por todos los medios imponer una estrategia similar en el País Vasco, donde había ciertos guiños a los partidos nacionalistas con el objetivo de comer terreno al PNV, que es el verdadero rival en este territorio.

Sin embargo, Alonso no tuvo tanta suerte como Feijóo y fue dráscticamente descartado. La ausencia de poder territorial y la fuerza que todavía mantenían los restos del séquito de María San Gil, el sector más duro, han terminado con una destitución a las bravas, un candidato resucitado dos décadas después y unas perspectivas electorales nada halagüeñas.

En estos momentos y con los giros que ha emprendido Casado, el líder popular tiene todas las de perder. Su enfrentamiento con Feijóo hará que su victoria no se pueda atribuir a Génova, sino a los críticos. Y la debacle de Iturgaiz, impuesto con mano de hierro, hará que la sede central sea la responsable de lastrar las perspectivas electorales del partido.

Feijóo planea forzar la salida del secretario general del PP, Teodoro García Egea
"Feijóo planea forzar la salida del secretario general del PP, Teodoro García Egea"

En ese caso, Feijóo exigirá revancha. Todo apunta a que volverá a pedir la cabeza del secretario general Teodoro García Egea, que actualmente hace y deshace en el partido y al que se le atribuyen movimientos fallidos como la designación de Ruth Beitia como candidata en Cantabria o Juan José Cortés como cabeza de lista por Huelva.

Las intenciones de forzar su salida ya se hicieron palpables tras la debacle del 28-A, cuando el partido se quedó en 66 escaños, pero en esta ocasión no se espera que haya nuevas oportunidades: el sector crítico quiere dar la batalla.

El futuro de Casado

La situación con Pablo Casado será distinta. Feijóo y sus acólitos no quieren exigir la dimisión, pero sí tienen la intención de "hacer políticas de Estado" desde la Xunta con un objetivo claro: ganar relevancia mediática, demostrar cómo funcionaría un PP dirigido por este sector y, en el caso de que fuera posible, testar una posible candidatura nacional en detrimento de Casado si finalmente Pedro Sánchez convoca nuevas elecciones.

Feijóo quiere contraponer su actividad en la Xunta con el modelo de Casado ante un posible futuro asalto al liderazgo del partido
"Feijóo quiere contraponer su actividad en la Xunta con el modelo de Casado ante un posible futuro asalto al liderazgo del partido"

Lo cierto es que Casado no gusta en muchos sectores del partido porque, en vez de intentar integrar a los críticos bajo su liderazgo como ha intentado Sánchez en el PSOE (ahí están los casos de Susana Díaz en Andalucía o Vara en Extremadura) o al menos mantenerlos; su vía ha sido la mano dura: forzar destituciones y dimisiones de todo aquel que apoyó a Soraya Sáenz de Santamaría en las primarias.

Además, las últimas declaraciones del líder del PP muestran que su intención pasa por regresar a la vía dura en vez de consolidar el discurso centrista que le permitió experimentar un auge hasta los 89 escaños el pasado 10-N.

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