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¿Cómo le ha ido a España actuando en la primera mitad de la final de Eurovisión?

Amaia y Alfred actuarán en un puesto entre el primero y el decimotercero de la final del sábado.

En el Festival de Eurovisión está todo medido. Nada más viendo el drama que se forman con las puestas en escena, los vestuarios o las casas de apuestas, puedes hacerte a la idea de que casi nada queda a la suerte de una delegación nacional. 

Sí, casi nada, porque claro que hay algunos aspectos que son mera probabilidad. Uno de ellos es la posición en la que actuarás en la final. Teniendo la última opinión la televisión pública que organiza el evento,cada país tendrá en su mano eligiendo un papel de un saco, la posibilidad de actuar en la primera o segunda mitad de la gala final.

Ni que decir que el objetivo siempre es acabar en la segunda mitad, más bien centrado, ni muy cerca de la vuelta del show del descanso ya que puede haber alguien aún en el baño, ni muy cerca del final ya que más de uno puede estar con la cabeza ya en las votaciones finales. 

Por el contrario, estar en la primera mitad suele ser un drama para cualquier nación. Siendo el completo infierno puestos como el segundo o tercero, que asegura que casi nadie se va a acordar de ti, en la primera mitad pasará algo parecido que con la segunda: ya que estoy aquí, al menos que esté lo más cerca del descanso pero sin ser la última actuación. 

De esta manera, España continua con su cadena de desdichas en Eurovisión 2018, y luego del segundo ensayo, Amaia sacaba el papel que les daba plaza en la primera mitad de la final. Ella, espontánea como no puede ser de otra manera, soltaba un 'jo, qué mierda', buen reflejo de la decepción de la pareja. Ahora, solo queda ver que elige la RTP para dinamizar la semifinal, y que no se junten muchas baladas o canciones movidas a la vez. Salvando que Portugal será el puesto ocho asegurado, del uno al trece puede ser cualquiera.

Así, hoy hemos decidido hacer repaso histórico a los órdenes de actuación de los últimos años, para ver si esto de las partes de la final influyen o no a la clasificación final. 

Ramón marca el camino

Ramón acabó décimo abriendo el evento
"Ramón acabó décimo abriendo el evento"

Lo cierto es que en los últimos años España ha tenido bastante suerte con esto de los órdenes de actuación. De hecho, hacía cinco años desde la última vez que TVE tenía que aparecer en la primera mitad. Fue en El Sueño de Morfeo en Malmö, cuando saliendo los quintos acabaron vigésimo quintos. Seguidos a ellos, Daniel Diges (2010), D'Nash (2007), Las Ketchup (2006), Son de Sol (2005) o Ramón (2004) también pasaron por el mismo problema.

De estos cinco, deberíamos excluir a Daniel Diges, el que debido a la aparición de Jimmy Jump en escena aquel año en Oslo, pudo repetir su actuación el último, acabando finalmente en una digna decimoquinta posición. Del resto, ninguno consiguió un top-10 a salvedad de Ramón del Castillo, salido de 'OT 3', y que tuvo todas en contra suya.

Y es que el canario ya no es que le tocara la primera semifinal, sino que tuvo que abrir el show aquella noche en Estambul. Pese a ello, 'Para Llenarme de Ti' acababa décima, cumpliendo esa regla de que toda canción salida de 'Operación Triunfo' en España acaba en el top-10. El séptimo de Rosa en 2002, el noveno de Beth en 2003, y el décimo de Ramón en 2004 lo certifican. ¿Seguirá este año la tradición?

Salvador Sobral ganó estando en la primera mitad

Salvador Sobral rompe todos los tópicos eurovisivos
"Salvador Sobral rompe todos los tópicos eurovisivos"

También resulta interesante ver si los ganadores de Eurovisión pasaron por la temida primera mitad de la final o no. Lo cierto que si una canción es buena la puedes poner donde quieras, pero también es verdad que el orden puede hacer que tu canción acabe realzada ante la anterior y la siguiente, o caída en el olvido por la que sigue o tuviste detrás.

Sin ir más lejos, el año pasado el ejemplo de Salvador Sobral rompe con todo. El luso ni ensayó, por lo que las apuestas de poco valían, actuó el undécimo en la final, y acabó ganando. ¿Qué quiere decir esto? Que no siempre es malo esto de la primera mitad.

Igual pasó con Conchita Wurst en 2014 y con Mans Zelmerlow en 2015. En el primer caso, la austriaca compartiría puesto con Salvador Sobral, apareciendo undécima en el orden y acabaría ganando. Zelmerlow por su parte tendría un décimo puesto en Viena, y vencería con total autoridad. ¿Un puesto que convence en la primera mitad? Ya lo vieron, entre el 10 y el 13. 

De esta manera, esto del orden tiene más de superstición que de certeza, ya que entran muchos más factores en juego. Este año, todos los países del Big Five salvando Italia pasarán por la primera mitad, justo al revés que el año pasado donde todos fueron a la segunda mitad menos los transalpinos. Ya veremos donde cae el ganador, y por salud, intentemos dejar un rato el eurodrama de lado. 

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