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Disturbios en EEUU ante la impunidad de un policía que asesinó a un negro a sangre fría

Hay varios heridos tras los enfrentamientos violentos entre Policía y manifestantes.

La exoneración de un agente de Policía blanco que asesinó a un ciudadano negro en Estados Unidos ha levantado ampollas en un país que continúa con un conflicto racial enquistado desde hace varios años.

Los Policías están teniendo ciertas actuaciones dudosas contra las minorías negras, actuaciones que ellos mismos reconocen tal y como se puede apreciar en esta conversación grabada con cámara oculta.

La última reacción contra estos sucesos se ha producido en las calles de San Luis, en el Estado de Misuri, donde la población se ha levantado después de que la Justicia haya exonerado de todos sus cargos a Jason Stockley, un policía blanco que mató en 2011 a un ciudadano negro (Anthony Lamar Smith) por sospechar que era narcotraficante.

Según el magistrado, el Policía actuó en defensa propia, a pesar de que le descerrajó cinco tiros desde fuera del vehículo con las ventanillas bajadas tras una persecución policial.

La Fiscalía acusó al agente de colocar el arma en la mano de la víctima para fingir que actuó en defensa propia, algo que quedó patente cuando sólo se encontrró ADN del agente en el arma. Según varias grabaciones, el agente llegó a decir en repetidas ocasiones que "iba a matar a ese hijo de puta".

Efectos del gas lacrimógeno empleado contra los manifestantes
"Efectos del gas lacrimógeno empleado contra los manifestantes"

La decisión ha llevado a que los ciudadanos se levanten y hayan tratado de bloquear una de las calles de la localidad estadounidense. La Policía ha actuado rápidamente y ha empleado gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes. Cuatro agentes han resultado heridos.

Según la prensa local, muchas de las personas congregadas para protestar por la decisión del juez portaban rifles, lanzaron piedras y botellas de agua.

La escalada de tensión no cesó en ese momento. Por la noche, un millar de personas rodeó la casa de la alcaldesa de San LUis, Lyde Krewson, y rompieron dos ventanas de su residencia, así como pintaron su fachada con pintura roja. 

Cuando lleg´o la Policía a la zona, los manifestantes comenzaron a arrojarles ladrillos, una acción que dejó a tres agentes heridos. La alcaldesa demócrata, según fuentes locales, no se encontraba en el interior de la vivienda cuando se produjeron estos hechos.

Este caso es el enésimo en el que un Policía blanco termina con total impunidad después de haber asesinado a un ciudadano negro. Unos hechos que han provocado un incremento de la violencia callejera, en señal de protestas, y que quedó patente en las míticas manifestaciones de Baton Rouge, donde se produjeron varias muertes.

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