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Echan a un hombre de una cafetería por tener el rostro desfigurado por el cáncer

Perdió el ojo izquierdo y la nariz por un cáncer de piel, aunque el dueño del local no dudó en expulsarle del establecimiento.

Un hombre de 65 años hizo una parada en la cafetería de la gasolinera de Forks Pit Stop, en la localidad de Walterboro, Carolina del Sur. Sin embargo, poco después de pedir su comida y sentarse, apareció la encargada del lugar y lo llevó a su oficina.

"Las palabras que salieron de su boca me hicieron mucho daño", cuenta Kirby Evans, para ABC News 4. Declara que la encargada le dijo que estaba espantando a los clientes y, si no se cubría la cara, tendría que marcharse. "¿Cómo puede alguien comer con la cara tapada?", preguntó. 

Kirby Evans hablando para ABC News 4
"Kirby Evans hablando para ABC News 4"

El hombre asegura que abandonó el establecimiento llorando y acto seguido le contó a su hija Brandy lo que le había sucedido. La respuesta de ella fue subir un post a Facebook en el que denunciaba lo acontecido en la cafetería y a la encargada.

"Se fue a casa llorando para contarme lo que sucedió. Mi padre es un superviviente de cáncer y perdió el ojo izquierdo y la nariz debido a esta horrible enfermedad. Fue discriminado por su aspecto. No puede evitar lo que el cáncer le hizo. Mi padre es el hombre más fuerte que conozco, pero cuando me contó lo que le sucedió, vi cómo le salían las lágrimas. Me duele verlo así", escribe.

La respuesta de la encargada del local

La encargada, identificada como Donna Crosby, respondió al mensaje también a trevés de redes sociales: "Dirijo un negocio de servicio de comidas donde la gente come. No veo absolutamente nada malo en lo que hice. Él vino a la hora del almuerzo y se sentó en los puestos de comida justo en mi hora más ocupada. Tengo facturas que pagar y trabajo muy duro para complacer a mis clientes".

Además de defender su posición discriminatoria, añade que incluso actuó correctamente al informar al hombre, pues le comunicó que no podía comer en su local y que siempre guardó educación.

Evans dice que ha decidido compartir su historia con los demás para que las personas "sepan que está mal tratar a personas con discapacidad. No queremos que nos traten así. Somos seres humanos." Asegura que nunca más volverá a la cafetería y que sigue esperando una disculpa por su parte. 

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