La activista de derechos humanos, Asha Ismail, ha pasado gran parte de su vida luchando por la erradicación de una práctica que hoy día sigue condicionando y arruinando la vida de muchas niñas y mujeres, la mutilación genital femenina.
Asha fue mutilada genitalmente con tan solo 5 años y desde entonces ha tenido firme su oposición a este tipo de violencia. A pesar de que vivió mucho tiempo en silencio, el nacimiento de su hija fue el empujón que necesitaba para fundar la ONG 'Save a girl, save a generation', desde la que muchas mujeres alzan la voz para protestar y visibilizar la mutilación genital femenina.