Santa Cruz de tenerife vivió recientemente un acontecimiento que dejó a todos los vecinos desolados: el monumento dedicado a la caca, a las heces, había sido destrozado por un grupo de vándalos. "Vaya mi***", debieron de exclamar los vecinos.
Porque si los más crueles dictadores del mundo han tenido una estatua en su honor, nadie podía negarle a 'ese acto tan natural que nos ha acompañado durante toda la vida' un rinconcito en las calles de nuestras ciudades.
La caca de Whatsapp que ha alegrado el día a gran parte de los tinerfeños formaba parte, en realidad, de la campaña de concienciación titulada El marrón lo pagas tú, con la que el Consistorio tiene la intención de que los ciudadanos no abandonen las heces de sus mascotas en plena vía pública.
Sin embargo, a más de uno no le gustó que la caca ocupase un lugar tan destacado y, en la Avenida de Venezuela, un grupo se dedicó a apalearla, romperla, y tirar los trozos por toda la calle. Al menos, no mancharon nada.
Ahora, el área de Medio Ambiente del Ayuntamiento demuestra en Twitter el fervor que esta medida tan necesaria ha provocado entre las filas municipales. Así lo anunciaban para deleite de todos los vecinos (la caca aparenta ser feliz con este nuevo destino).
¡¡Ha vuelto!! Hemos podido recuperar a esta amiga ???? después del acto vandálico que había sufrido por parte de ciudadanos poco cívicos. pic.twitter.com/SPFl3NzLih
— MedioAmbienteSC (@SCMedioAmbiente) 2 de noviembre de 2017
Mientras tanto, en Santa Cruz de Tenerife ya pueden estar muy contentos: la caca se queda.
