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Los obispos anglicanos, contra el apoyo de su iglesia en Uganda a la ley "anticristiana" que condena a muerte a la población LGTBI

Varios religiosos Inglaterra se han alzado en contra de la represión contra el colectivo LGTBI que ha emprendido el gobierno de Yoweri Museveni.

Los obispos anglicanos, contra el apoyo de su iglesia en Uganda a la ley "anticristiana" que condena a muerte a la población LGTBI

Redacción

09 Junio 2023 12:04

Varios obispos anglicanos, en lugares de Londres, Chelmsford, Newcastle, Wocester y Selby, han condenado en sus perfiles de redes sociales la nueva ley aprobada en Uganda que castiga, incluso con penas de muerte, las relaciones homosexuales.

La nueva legislación ha sido aplaudida por la Iglesia de Uganda, que cuenta con una amplia mayoría de población cristiana, y cuyo presidente pertenece a la comunión anglicana. Los religiosos han apoyado en todo momento el endurecimiento de las normas que se están aprobado en el país y que tienen como objetivo reprimir a los ciudadanos del colectivo.

Por el momento, el arzobispo de Canterbury no ha emitido ningún comunicado desde el Palacio de Lambeth, mientras que la obispa de Londres, Sarah Mullaly, ha señalado que la nueva ley es "un ataque a la dignidad humana fundamental y a los derechos internacionales". Además, ha rezado por la comunidad LGTBI que vive en Uganda bajo la represión de Yoweri Museveni.

Cadena perpetua y muerte

Uganda ya castigaba anteriormente las relaciones entre personas del mismo sexo. Ahora, se incluye el cargo de "homosexualidad agravada" o "intento agravado de homosexualidad", que implica un endurecimiento de las penas a quienes se persigue e incluso pena de muerte en determinados casos.

En la primera tipología, quienes hayan sido juzgados o condenados por tener relaciones sexuales con otros del mismo sexo se enfrentarán a penas de muerte si alguno de ellos tiene VIH, es menor de edad o considerado población de riesgo. Una pena mayor a cadena perpetua para homosexuales "no reincidentes" que no hayan sido juzgados previamente.

El país también contempla penas contra aquellas personas que intenten mantener relaciones con personas del mismo sexo, únicamente por el hecho de intentarlo. En este caso, se enfrentan a penas de una década de cárcel, mientras que el intento reiterado o "reincidente" aumenta la pena hasta los 14 años.

La ley, además, castiga con veinte años de cárcel a quienes "promuevan la homosexualidad a sabiendas", una disposición que no se ha modificado con respecto al proyecto de ley original.

La Comisión de Asuntos Legales y Parlamentarios ha aprobado la ley. Su presidenta, Rosina Rwakoojo, se escuda en que "la intención del proyecto es criminalizar los actos sexuales cometidos por personas del mismo sexo y no castigar a una persona con base en su sexualidad percibida o apariencia física".

El texto legislativo ha despertado una dura condena internacional. La ONU, la Unión Europea y Estados Unidos, así como varias organizaciones de derechos humanos han expresado su rechazo a esta propuesta: "Es abominable que el parlamento haya retenido el proyecto de ley contra la homosexualidad que fue aprobado por el Parlamento de Uganda en mazo. Esta ley despectiva viola descaradamente los derechos humanos de las personas LGTBI en Uganda", ha denunciado Amnistía Internacional.

El Gobierno de Yoweri Museveni aprobó en 2014 una ley que contemplaba cadena perpetua para "homosexuales reincidentes", pero su Tribunal Constitucional la anuló después al considerar que no existía suficiente consenso en el Parlamento.

En la actualidad existe una normativa de 1950, que penaliza con cadena perpetua las relaciones íntimas entre personas del mismo sexo, sin embargo, no es habitual que se aplique.

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