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¿Se consuma el 'divorcio' de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias? Todo lo que implica para el espectro situado a la izquierda del PSOE

Los comentarios de Antonio Maestre desvelan ataques de Iglesias a Yolanda Díaz y abren el melón sobre el futuro del espacio a la izquierda del PSOE.

¿Se consuma el 'divorcio' de Yolanda Díaz y Pablo Iglesias? Todo lo que implica para el espectro situado a la izquierda del PSOE

Unidas Podemos vive una auténtica división interna por los planes de Yolanda Díaz para construir una candidatura con voz propia a la izquierda del PSOE. Y el díscolo que está intentando entorpecer este proceso, según el periodista Antonio Maestre, es nada menos que Pablo Iglesias.

"Cuando quieras, Pablo Iglesias, hablamos en tu base (el podcast del exvicepresidente en el diario Público) de la campaña interna de acoso y derribo que estás montando contra Yolanda Díaz y que está escandalizando hasta miembros de Unidas Podemos solo porque pierdes el control del partido", le lanzó. Y continuó, llegando a afirmar que Díaz "estuvo a punto de abandonar" por las "maniobras aparataras y dejar a la izquierda sin su principal activo".

Estos comentarios se produjeron en mitad de una batalla dialéctica en Twitter entre Iglesias y el propio Maestre a cuenta de la guerra de Ucrania, en la que el periodista defiende enviar armas, como Pedro Sánchez. Algo a lo que se opone Pablo Iglesias y que está dinamitando Podemos, puesto que Yolanda Díaz, junto a los ministros Alberto Garzón y Joan Subirats, son proclives a manifestarse a favor de la postura del presidente del Gobierno.

Y esta postura de Ucrania, que deja a los pablistas en el arco parlamentario prácticamente solos (Alberto Garzón -IU- y los comunes de Colau sí han apoyado el envío) tiene, según Antonio Maestre, algún otro interés: "Igual alguno se cree que la posición en el conflicto de Pablo Iglesias con Ucrania tiene que ver con algo diferente a desgastar a Yolanda Díaz. Por eso los comunes e IU están con Yolanda Díaz. Cuando todo explote, porque explotará, lo recordaremos".

Y zanja: "Un saludo a todos los cargos, asesores, diputados y políticos del espacio de Unidas Podemos que estáis moviendo esta conversación en chats privados. Igual va siendo hora de plantarse y hacerlo público y no dejarlo todo siempre a que los periodistas pongamos la cara".

El futuro del espacio situado a la izquierda del PSOE

Las batallas soterradas que vive Podemos dejan clara la situación que vive el espacio situado a la izquierda del PSOE, en franco retroceso durante los últimos procesos electorales. La formación morada llegó a soñar con el 'sorpasso' al PSOE en 2016, cuando finalmente se quedó en los 71 escaños. Pero desde entonces ha ido erosionando su base electoral hasta encontrarse en un momento en el que ha tenido que realizar movimientos a la desesperada para mantener representación en parlamentos como el madrileño o el castellanoleonés.

Podemos nació en 2014 como un espacio transversal que bebía de la indignación política y que negaba el mantra izquierda-derecha, para luchar contra la corrupción y la limpieza del sistema y los políticos que se aprovechaban de él. Este discurso, unido a la reivindicación de problemas cotidianos y servicios sociales como la sanidad pública, le permitía mantener su electorado tradicional, pero también captar un sentimiento de hastío con la situación política que, en aquellas épocas se estaba marchando a formaciones como el Frente Nacional de Marine le Pen o Alternativa por Alemania.

Cabe recordar que, muchas veces, los votos se producen por castigo al sistema y no tanto en clave ideológica. Realizar un espacio transversal y menos ideologizado permite tener un horizonte político mucho más prometedor. De ahí que el pacto de los botellines, en el que Pablo Iglesias se empeñó en incluir a Izquierda Unida en una coalición, dinamitara todos los puentes con los errejonistas: incluir al Partido Comunista rompía por completo la estrategia de Podemos. Luego vinieron la gestión de la crisis catalana y un largo etcétera, donde Podemos ha ido viviendo retrocesos electorales constantes.

Todo ha acabado, finalmente, con Iglesias viviendo en Madrid cómo la fuerza que él encabezaba era la última en el parlamento mientras que Mónica García, de Más Madrid -del que forma parte Errejón-, cumplía su sueño original: el 'sorpasso' a los socialistas. En 2022 ya no pesa tanto esa indignación como la reinvidicacion de realizar una política con otra visión, más dialogante, menos polarizadora, con mayor capacidad de entendimiento y consenso. Se reclaman líderes menos agresivos y más permeables al que piensa diferente. Pablo Iglesias ha comprobado que enfrentarse beligerantemente a los medios de comunicación y confiar todo a las redes sociales no sirve: ahí están los resultados.

Una nueva visión de la política

El acto
El acto 'Otras políticas', al que no se invitó ni a Belarra ni a Montero, reveló un giro en la izquierda del PSOE Captura

Es esa nueva visión de la política la que ya no encaja con la forma de hacer de Pablo Iglesias, que de hecho no fue nunca un estratega especialmente eficaz, como sí lo era Errejón; pero sí un brillante candidato, como no lo fue Errejón (por eso formaban un buen tándem). Los liderazgos que ahora se reclaman en el espacio que representa su formación son los que se pudieron comprobar en el acto 'Otras políticas', en el que participaron la propia Yolanda Díaz y Mónica García, pero también Mónica Oltra, Ada Colau y Fátima Hamed. Y al que no fueron invitadas Ione Belarra ni Irene Montero: ambas son muy cercanas a Pablo Iglesias.

Se trata de una visión menos frentista, en el que la persona que piensa diferente no es el enemigo, sino un rival al que escuchar y del que, incluso, se puede aprender. Que no existen conspiraciones orquestadas a nivel nacional por todos los medios de comunicación sin excepción de manera constante y en todas las informaciones sistemáticamente para destruir a cualquier persona vinculada al partido. Que pactar cosas con quien no piensa como tú enriquece.

Carmena fue un preludio de Yolanda Díaz. La exalcaldesa de Madrid se presentó al Consistorio, que finalmente gobernó tras 24 años del PP en el poder, con el apoyo de la entonces cúpula de Podemos. Cuando salió del poder, contó con el apoyo de Errejón, pero no de Iglesias, que de hecho le había presentado un candidato alternativo de 'tapadillo', Carlos Sánchez Mato, su exconcejal de Hacienda (al que hicieron campaña en redes y luego incorporaron al Gobierno de España).

En mitad de estas discrepancias, se encontraba un pacto realizado por Manuela Carmena para ejecutar el proyecto Madrid Nuevo Norte, un proyecto empresarial que iba a dinamizar económicamente el norte de la capital de España y generar múltiples puestos de trabajo. La regidora, en vez de perder una oportunidad que podía enriquecer la tierra que representaba, optó por transformarlo para que fuera más sostenible y amable con los vecinos. Esto no gustó a Podemos, que directamente querían desechar el proyecto. Podemos directamente hizo campaña contra los 'magdalenos' y Carmena perdió las elecciones por poco frente a Almeida. Cabe preguntarse si Madrid estaría hoy gobernada por la izquierda si no hubiera sido por la intervención de Pablo Iglesias y sus acólitos.

Pablo Iglesias y Juanma Del Olmo

En la corte de Iglesias se ha vivido una auténtica purga en la que dentro del partido se apunta en muchas ocasiones a un nombre: Juanma Del Olmo. Él está vinculado con la expulsión de personas vinculadas a la corriente del 'errejonismo' y miembros que se han enfrentado a Pablo Iglesias internamente, como Ramón Espinar.

Yolanda Díaz también se ha mostrado reticente a que Juanma Del Olmo esté cerca de él. En mayo de 2021, por ejemplo, no quiso reubicarlo en su Vicepresidencia cuando Iglesias había abandonado el Gobierno por las elecciones en la Comunidad de Madrid.

Del Olmo habría liderado desde entonces un sector en Podemos que habría comenzado a activarse para eliminar las aspiraciones que Pablo Iglesias dio a Yolanda Díaz cuando la nombró candidata y que a Iglesias le disgustaron cuando vio que volaba libre.

Los nombres que destacan en estos momentos como principales activos de Pablo Iglesias a nivel mediático en esta supuesta campaña son tres: la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra; la ministra de Igualdad, Irene Montero y el portavoz de Podemos, Pablo Echenique. Belarra y Montero, de hecho, generan constantemente confrontaciones con Díaz en asuntos como la propia guerra de Ucrania, la gestión de la reforma fiscal o hasta el cordón sanitario a VOX en Castilla y León.

El peligro de atomización

Con estas circunstancias, sin embargo, se corre el riesgo de sufrir una grave atomización del espacio situado a la izquierda del PSOE, que nunca ha superado los 71 escaños y que, con la Ley d'Hondt, sufre la penalización de presentarse fragmentado.

Andalucía ya vive una escenificación de lo que puede suceder a nivel nacional. Unidas Podemos se presentará con una lista propia, mientras que Adelante tendrá otra diferente y Más País plantea hacer lo propio. Estos tres partidos formaban, antes, uno solo.

Si Yolanda Díaz no llega a buen puerto con los pablistas, podría ver cómo tiene que escindir su posible plataforma política, si es que realmente sigue teniendo interés en seguir ejerciendo la política o quiere abandonarla definitivamente.

Si esto ocurre, tendríamos a un Podemos sin un candidato realmente claro, la plataforma de Yolanda Díaz sufriendo los ataques desde la formación morada que ya sufrió Errejón en su día y, por otro lado, a Más País, que deberá decidir si se une a Díaz o sigue con el mantra de que es mejor presentarse por separado en un país donde la ley electoral, sin duda, sigue penalizando la fragmentación.

Los equilibrios parecen complicados en lo que constituye una lucha estratégica y en cierta medida de ego personal, no tanto ideológica. Habrá que esperar tiempo para conocer cómo arma Yolanda Díaz su plataforma, qué encaje tendrá Podemos y qué estrategia seguirá. Se avecinan tiempos de cambio.

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