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Violencia intragénero: la desprotección que enfrentan las víctimas homosexuales de la violencia doméstica

Las víctimas homosexuales de la violencia doméstica padecen una dura discriminación a nivel legal

14 de abril de 2009. Manuel, un joven de 34 años de Adra -Almería- fallece después de que su marido le asestase, al menos, una puñalada en el cuello. El caso generó amplia expectación porque fue el primero que se trató de manera real como violencia intragénero. Se había abierto hacia la sociedad una realidad que tristemente sufren muchas personas en España: la violencia doméstica también existe en las parejas homosexuales.

Desde entonces, los casos se han sucedido como una lacra contra la que hay pocas herramientas que combatir. Pilar, una joven zaragozana de 57 años, ha sido la última víctima. Esta mujer había soportado 10 años de palizas y humillaciones por parte de su pareja. Su asesinato no abrió portadas, no generó alarmas. La violencia intragénero es aún un tema tabú pero que desgarra la vida cotidiana de muchas víctimas en nuestro país.

Una de cada tres parejas homosexuales han vivido una situación de violencia

El 26,56% de los hombres y el 33,85% de las mujeres homosexuales reconocen haber sufrido esta lacra
"El 26,56% de los hombres y el 33,85% de las mujeres homosexuales reconocen haber sufrido esta lacra"

Según un informe elaborado por el Colectivo de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales de Madrid -COGAM-, al menos una de cada tres personas pertenecientes a este colectivo reconoce haber ejercido violencia contra su pareja. En concreto, el 26,56% de los hombres y el 33,85% de las mujeres reconocen haber sufrido este tipo de situaciones. Frente a ello, la Unión Europea reconoce que el 22% de las mujeres españolas mayores de 15 años han sido víctimas de violencia física o sexual durante su relación heterosexual. ¿Por qué no se otorga igual visibilidad a ambos tipos de casos cuando todos son igual de dramáticos? 

"Es una realidad que no se está visibilizando. Hay muy pocas denuncias porque la comunidad LGTBI tiene miedo a denunciar: no hay protección. No hay un 016 al que llamar", explica Isabel González, psicóloga forense.

La misma opinión mantiene la educadora social y sexóloga, Lourdes Bravo Pérez, que denuncia que "no existe una ley expecífica que garantice recursos asistenciales como atención psicológica, casa de acogida, apoyo social, etc. Tampoco existen medidas referentes a movilidad laboral, etc". Bravo Pérez reconoce, eso sí, que "desde un punto de vista penal no está desprotegida, puesto que se considera violencia doméstica. Lo que no quiere decir que se pueda y deba mejorar la protección". Sin embargo, reclama "trabajar para conocer más a fondo la violencia intragénero para poder detectar las carencias del sistema y reivincidar una mejor protección que se adapte a las necesidades y una respuesta integral, no solo penal".

Sin embargo, hay casos que contradicen esa "falta de desprotección". En marzo de 2010, la Audiencia de Cantabria desestimó una demanda de estas características porque consideraba la "violencia de género" no existía entre dos mujeres porque el Código Penal reservaba esa modalidad a la violencia de un hombre hacia una mujer.

La necesidad de una ley específica

Manifestación del Orgullo Gay en Madrid para reclamar los derechos de la comunidad LGTBI
"Manifestación del Orgullo Gay en Madrid para reclamar los derechos de la comunidad LGTBI"

Con el fin de que este tipo de crímenes no queden impunes, los colectivos a favor de los derechos LGTBI han reclamado de manera constante la necesidad de una ley integral contra la violencia intragénero. 

El pasado domingo 16 de abril, el Observatorio contra la LGTBfobia y el colectivo Colega-Madrid se manifestaron para pedir una ley con medidas de protección y recursos similares a los que se destinan a las víctimas de violencia de género para que la violencia entre parejas de gays y lesbianas deje de ser "invisible" y "de segunda categoría".

Los colectivos recuerdan un estudio realizado en EE.UU., Canadá y Australia, donde se estableció que las tasas de violencia en los hogares gay y lésbicos eran similares a las que se registran en las parejas heterosexuales.

Para llevar a cabo estas medidas, la educadora social Lourdes Bravo tiene claras las vías de actuación: "En España necesitamos un conocimiento más profundo de las necesidades y demandas relativas a violencia intragénero para poder articular reivindicaciones y materializarlas en una ley que las atienda de forma efectiva". A su juicio, una ley de estas características "garantiza derechos y protección de cara a la intervención, a la asistencia, pero también a la prevención. Y, sin duda, es la mejor opción, pero si la hacemos de forma precipitada y desde un conocimiento parcial, cabe la posibilidad de que no dé una respuesta efectiva".

Las víctimas tienen derechos

A pesar de la discriminación legal que sufren las víctimas de violencia intragénero, deben ser conscientes de que cuentan con múltiples derechos
"A pesar de la discriminación legal que sufren las víctimas de violencia intragénero, deben ser conscientes de que cuentan con múltiples derechos"

A pesar de que las instituciones aún no hayan comenzado a combatir de manera efectiva esta lacra, lo cierto es que las víctimas cuentan con una serie de derechos que deben conocer

-Derecho a entender y ser entendida cuando va a  interponer la denuncia.

-Derecho a obtener una copia de la denuncia.

-Derecho a asistencia lingüística gratuita y traducción escrita de la  denuncia.

-Derecho a recibir información sobre el procedimiento a seguir en estos casos y los recursos de los que la víctima puede disponer.

-Derecho a ir acompañado/a por la persona que designe, sin perjuicio de la intervención de abogado cuando proceda, en sus diligencias y en el trato con las autoridades.

-Solicitar justicia gratuita para ejercer la acusación particular.

-Derecho a recibir información sobre la causa penal.

-Derecho a los servicios de asistencia y apoyo de la Oficina de Atención a las Víctimas.

-Derecho a ejercer la acción penal y civil.

-Derecho a comparecer ante las autoridades para aportar pruebas.

-Derecho a la protección, particularmente  cuando  se les reciba declaración o deban testificar en el juicio.

-Derecho a que se evite el contacto entre la víctima y el/la maltratador/a.

-Derecho a la protección de su intimidad.

-Evaluación individual a fin de determinar sus necesidades especiales de protección.

-Derecho a que se adopten medidas de protección. Art. 48 Código Penal ( alejamiento, prohibición de comunicación...)

-Se reconoce la condición de víctima indirecta a sus hijos e hijas.

-Derecho a participar activamente en la ejecución de las penas: se le consultará a la hora de decidir sobre la suspensión de condena, beneficios penitenciarios, libertad condicional o progresiones de grado del/a condenado/a.

-Derecho a recibir ayudas económicas por ser víctima de delito violento.

-Todos los demás derechos establecidos en el Estatuto de la Víctima.

Campaña portuguesa en contra de la violencia intragénero
"Campaña portuguesa en contra de la violencia intragénero"

Sin embargo, las víctimas de este tipo de violencia no podrán contar con medidas civiles con respecto a sus hijos, como la guardia y custodia de los hijos e hijas menores o el usufructo de la vivienda familiar. Si el afectado no cuenta con nacionalidad española, tampoco tendrá derecho a que se le conceda un permiso de trabajo o residencia. 

Y todo ello, mientras que no se garantiza que los jueces, fiscales y el personas de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado hayan recibido una formación específica para resolver este tipo de situaciones, puesto que no hay un plan específico en este tipo de casos. Simplemente, se silencian. Pero el daño, mientras, permanece. Porque la violencia intragénero está cobrándose muchas vidas. Y nadie habla de ello.

"La ley integral contra la violencia de género excluye mcuhas formas de violencia de género puesto que solo atiende a una de ellas. Y la violencia de género es aquella que sufren las mujeres por parte de los hombres fruto de una desigualdad histórica de poder", denuncia Lourdes Bravo Pérez.

Cómo identificar la violencia intragénero

A diferencia de la violencia de género, que otorga una serie de privilegios a los varones  dentro de la discriminación y establece relaciones jerárquicas entre hombres y mujeres, la violencia de este tipo no se centra en el sexismo. Prevalecen otro tipo de rasgos como el nivel económico, la situación administrativa en el país de residencia, salud, edad, capacitismos y la mayor o menor visibilidad de la víctima. Sí que hay algunos rasgos en común, como las constantes situaciones de control y dominación sobre la víctima, que han de hacer saltar todas las alarmas.

Por todo ello, hay que estar pendiente de que el maltrato no se formalice en ninguna de sus variantes: física, psicológica y sexual. 

Generalmente se identifica la violencia doméstica con el maltrato físico, es decir, los golpes o palizas que pueden llegar a provocar la muerte de la pareja víctima de esta lacra.

Sin embargo, el maltrato psicológico es una manera mucho más sutil que produce muchas secuelas a nivel de salud mental y de autoestima. Se manifesta en amenazas, vejaciones, exigencias de obediencia, coacción verbal, insultos, aislamiento, e incluso, privación de la libertad. Esto puede llevar a la víctima a padecer severos trastornos de ansiedad, depresiones, insomnio, pérdida de relaciones sociales o sentimientos de culpa persistentes.

Hay que estar alerta ante algunas de las señales que pueden indicar la existencia de un maltrato por parte de nuestra pareja
"Hay que estar alerta ante algunas de las señales que pueden indicar la existencia de un maltrato por parte de nuestra pareja"

A nivel sexual, cuando la pareja impone relaciones no consentidas, y que puede manifestarse como abuso, agresión o acoso en relación a su naturaleza.

Generalmente, pueden darse combinaciones de varias, pero hay que tener mucho cuidado. El maltratador/a mantiene a su víctima atrapada a través de un vínculo patológico, después de haberle arrebatado su seguridad, confianza o autonomía. 

Por todo ello, falta aún concienciación y una ley que contemple actuaciones concretas para este tipo de casos. La violencia intragénero es una realidad de la que prácticamente nadie habla. Pero existe. Y se está cobrando muchas víctimas como Manuel o Pilar. Mientras tanto, sus casos aún no son conocidos.

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