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Quema viva a su hija de tres años para que deje de ser "demasiado guapa"

El hombre había rociado con gasolina a su otra hija aquejada por autismo y ahora pide el indulto por actuar "motivado por la locura".

El caso aún mantiene conmocionada a media Australia. Edward John Herbert, un padre de tres hijos, decidió rociar con gasolina a dos de sus pequeñas y después prendió fuego a una de ellas. ¿La razón que argumenta? Su hija era demasiado hermosa.

Los hechos ocurrieron en el año 2015 y ahora se mantienen en los juzgados. Los magistrados también están estudiando lo sucedido a su otra hija, diagnosticada por autismo y con necesidades especiales, pero que no sufrió ninguna otra secuela. La hija a la que quemó aún mantiene las profundas heridas que las llamas dejaron en su cuerpo, tal y como relata The West Australian.

El agresor se enfrenta a dos delitos por intento de asesinato y a otro por amenzas
"El agresor se enfrenta a dos delitos por intento de asesinato y a otro por amenzas"

Para que ambas hayan sobrevivido, fue de especial necesidad la intervención del vecindario. La suerte quiso que una agente de policía se encontrase en las inmediaciones de la zona y pudiera acudir al rescate de las menores cuando oyó sus gritos. El padre ha confirmado que su última intención era acabar con sus vidas, tal y como evidencia su comportamiento.

Sin embargo, la pesadilla en el interior de la vivienda había comenzado antes. Herbert se había dedicado a perseguir a su mujer con un cuchillo por toda la casa amenazándola con hacer explosionar toda la casa.

Sin embargo, el responsable de todo esto no tuvo ningún reparo en sentarse en la cocina tranquilamente y tomarse una cerveza después de todo lo sucedido. Así al menos lo atestigua un vecino que se encontró en esta situación a Herbert, cuando accedió a su casa después de la actuación policial.

Al parecer, el hombre contaba con problemas con el alcohol y las drogas. Consumía grandes cantidades de cerveza y marihuana, lo que había provocado en él un comportamiento psicótico, tal y como ha relatado su mujer en el juicio. Herbert ha aprovechado esta situación para pedir el indulto, ya que asegura que todos sus actos vinieron motivados por un "momento de locura".

La niña, de tan solo tres años, tiene secuelas de por vida
"La niña, de tan solo tres años, tiene secuelas de por vida"

Lo ocurrido aquel fatídico día era algo que se esperaba, en cierta medida, por todos los que vivían en la zona. Al parecer, Herbert había estado repitiendo a todo su vecindario que sus hijas eran de su completa propiedad y que tenía "carta blanca" para hacer con ellas lo que quisieran. Nadie denunció la situación.

También llamó la atención otra de las afirmaciones que el acusado realizó en el momento de su detención: aseguró que en ningún momento se habría planteado quemar a su hijo varón y que su acción iba encaminada exclusivamente contra sus hijas. Todo ello, después de haber intentado agredir también a otro vecino, a quien lanzó varias botellas e intentó apuñalar. Sin embargo, este consiguió defenderse y golpeó en la cabeza al agresor con un extintor de incendios.

El hombre había tenido varias alucinaciones y había permanecido en un estado psicótico los días previos al ataque, pero nadie actuó. Ahora la niña, que tan solo tiene tres años, se cura de las heridas que el fuego ha dejado en el 13% de su cuerpo. Las secuelas serán permanentes, pero los médicos ya están intentando eliminar las marcas con cirugía y tratamiento láser.

Mientras tanto, Herbert se enfrenta a dos delitos por intento de asesinato, así como a un delito de amenazas contra su propia pareja. El juicio continúa a la espera de sentencia.

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