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'Orange is the New Black': Una 4ª temporada más cruda que esperábamos desde hace tiempo

Las chicas de Litchfield viven sus días más duros en la cuarta temporada de 'Orange is the New Black' con tramas que nos hacen preguntarnos en qué han perdido el tiempo en las temporadas anteriores.

El pasado 17 de junio Netflix colgaba los capítulos que conforman la cuarta temporada de 'Orange is the New Black'. Nos hemos tomado nuestro tiempo para verla con calma y saborear cada uno de sus minutos, que tan rápido se van como vienen, y esta nueva tanda no podía habernos gustado más. 'OITNB' se recupera de dos temporadas anteriores que habían dejado mucho que desear y lo hace con unos capítulos más oscuros, con tramas más crudas y con más denuncia social.

SPOILER alert! Este es un balance de la 4ª temporada de 'Orange is the New Black' y, por su puesto, está plagada de spoilers

Las presas de Litchfield son más que nunca las protagonistas de lo que ocurre en sus vidas, independientemente de lo que pasa fuera de los muros de la cárcel. Prevalece la idea de que solo se tienen las unas a las otras y de que han formado ya una nueva familia, tal y como acepta Piper al ser atacada por las latinas y descubrir que no puede apoyarse en su hermano de sangre, o Diaz, cuando concluye su condena y se da cuenta de que fuera no tiene a nadie. Las historias, aunque introducen nuevos personajes y siguen contando con los de siempre -Piper, Alex, Red, Taystee, Pennsatucky y compañía-, se centran más en conocer a otros que llevamos mucho tiempo viendo pero no sabemos nada de ellos. ¿El resultado final? 13 episodios que nos hubiera gustado ver hace mucho tiempo -desde luego, mucho antes de tramas tan innecesarias como la de Vee-.

1 Piper, insuficientemente oscura

La escena de la esvástica pasará a la historia de la serie
"La escena de la esvástica pasará a la historia de la serie"

Desde que 'OITNB' pasó de ser una serie protagonizada por Piper a un drama coral, el personaje interpretado por Taylor Schilling había deambulado entre unas tramas y otras sin ofrecernos nada realmente interesante. Sin embargo, la transformación que comenzó en la tercera temporada ha dado sus frutos en esta cuarta y hemos podido ver a una Piper tratando de hacerse con la prisión y afianzar un rol de matona que le acaba superando, especialmente tras promover el orgullo ario. Cierto es que el poderoso crecimiento del grupo de latinas rápidamente ahoga su negocio de ropa interior y sus ambiciones de dominar Litchfield, rindiéndose quizás demasiado rápido, pero merece la pena ver durante unos capítulos su transformación en un personaje más duro. 

No nos hubiera importado ver cómo Piper llevaba el conflicto más lejos, y no por verla sufrir, sino porque cuando su rivalidad con las latinas finaliza vuelve a ser un personaje pusilánime e insulso. Le perdonamos esa segunda mitad de temporada entre algodones porque se merecía un poco de aire y reconciliarse con Alex, Red, Morello y una Nichols que está de vuelta -para alegría nuestra- pero esperemos que la próxima temporada nos traiga de nuevo a una Stella con ganas de guerra. Llama la atención que, sin necesidad de protagonizar ningún episodio mediante un flashback, tanto Piper como Alex -con su drama del guardia asesinado- tengan una de las temporadas más interesantes.

2 Maria emerge de la nada e instaura el dominio latino

Maria, líder de las latinas out of nowhere
"Maria, líder de las latinas out of nowhere"

La cuarta temporada aprovecha muy bien la llegada masiva de nuevas reclusas, la mayoría de ellas dominicanas, ya que se utiliza para extremar las condiciones de las presas, introducir nuevos personajes y dar un vuelco al orden establecido en Litchfield. Maria, quien al principio no hacía más que llorar por su bebé, se rebela y asume el mismo rol que su padre, convirtiéndose en la despiadada líder de las latinas. Gracias a ello descubrimos el pasado de Blanca y Maritza, siendo esta última uno de los personajes revelación.

Las latinas encuentran en Piper a uno de sus alter ego y consiguen levantarle el negocio de la ropa interior, que después da paso al contrabando de drogas. Entre ellas estalla una guerra en la que se ve envuelto el incontrolable grupo de las neonazis y otra de las grandes introducciones, la hawaiana Hapakuka, de la que esperamos un flashback en la quinta temporada. La escena en la que la cuadrilla de Maria marca a Piper con una esvástica al rojo vivo mientras el espectador ve en el rostro de la actriz el miedo y el arrepentimiento de haberse convertido en la líder de las fascistas será recordada como una de las claves de toda la serie.

3 El triste adiós a Poussey

Poussey siempre será irreemplazable
"Poussey siempre será irreemplazable"

Sin duda, esta cuarta temporada nos trae también una de las despedidas más duras de 'OITNB', la de la pequeña Poussey. Posiblemente sea la primera muerte de un personaje realmente relevante y por el que muchos espectadores sentían verdadero cariño. El hecho de que se trate de un accidente genera una gran frustración en el espectador, aunque regala un último flash del personaje que es una maravilla, una especie de viaje de Dorothy por un Nueva York surrealista y colorido.

Mientras tanto, Soso, con quien formaba una entrañable pareja, se queda sola y abatida ahora que había encontrado su hueco entre las afroamericanas. Estas, por cierto, también han estado magníficas en esta temporada: Taystee ha bordado su papel de secretaria, Cindy se consolida como la estrella del grupo con su recién estrenado judaísmo, hemos podido comprender un poco más a Crazy Eyes -y su terrible pasado- y la incorporación de Abdullah (que también merece un flashback en la próxima temporada) no podía haber sido más interesante.

4 Pennsatucky y la violación de Coates

La trama de la violación de Pennsatucky no ha estado tan bien manejada
"La trama de la violación de Pennsatucky no ha estado tan bien manejada"

Si ha habido una trama que podía haber estado mejor manejada es la de Pennsatucky y el guardia que la violó en la anterior temporada, Coates. Tras recibir unas disculpas, la reclusa le convierte en una especie de víctima de su propia crueldad y decide perdonarlo, argumentando que no puede vivir con el odio consumiéndola por dentro. De hecho, vuelve a besarlo en el último episodio de la temporada. Un mensaje muy cuestionable para una serie con tantos espectadores, ya que podría transmitir la idea de que una violación no es algo realmente tan grave. Menos mal que Boo está siempre presente para recordar que los actos de Coates son imperdonables y su presión empuja al guardia a interrumpir el beso de Pennsatucky y plantearse dejar su puesto: lo menos que puede hacer es no obligar a su víctima a verle la cara cada día.

5 Y en la quinta... ¿qué va a pasar?

Nosotros decimos que Daya sí disparará a Humps
"Nosotros decimos que Daya sí disparará a Humps"

La cuarta temporada de 'OITNB' presenta también una plantilla renovada de guardias que, por primera vez, son realmente despreciados por el espectador. Al final, acaba con un cliffhanger como pocas: ¿apretará Daya el gatillo contra Humps, el guardia morboso que obligó a Maritza a comerse una cría de ratón en una escena repugnante? La hija de Diaz se encuentra perdida -¿o deberíamos decir liberada?- tras la fuga de Bennett, la separación de su bebé y la puesta en libertad de su madre, y busca a toda costa integrarse en la prisión, algo en lo que no había prestado atención hasta ahora.

Nuestra apuesta es que Daya aprieta el gatillo y en un consenso general, como al que estaban dispuestas a llegar, todas las mujeres de la prisión deciden encubrirla, provocando que las condiciones de Litchfield sean todavía más duras. Por otro lado esperamos que Judy King, otra de las incorporaciones estrella, permanezca encarcelada por el revuelo provocado y nos de así muchísimo más de su cinismo. Y, sobre todo, esperamos que Sophia regrese con las pilas recargadas y disfrutemos otra vez de su adorable personaje en una quinta temporada que tiene un alto nivel que superar.

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