Trinidad Falcés, histórica activista trans de A Coruña, destacada emblema del movimiento LGTBI y luchadora antifranquista, ha muerto a los 80 años de edad. La periodista Eva Mejuto, que relató sus memorias en el libro 'Memoria diversa', ha compartido la noticia en redes sociales: "Valiente, divertida, combativa, empecinada y generosa, a partes iguales".
Nacida en 1942 y bautizada como Antonio, logró cuando contaba con once años que el Registro Civil de A Coruña le reconociera el cambio de nombre por Trinidad en 1953, en la época más beligerante de la dictadura franquista.
'La Trini' era hija de un violador que había abusado de su madre, nació en la Iglesia de Santiago, en la ciudad vieja, según contó en el diario local Entrenós. Emigró a Barcelona huyendo de la pobreza, donde vivió gran parte de su vida buscando un remanso de libertad.
Fue fichada poco después por parte de la policía franquista. Ella decía que había "tocado el piano" con tan solo quince años. Se trataba de unas palabras utilizadas por los perseguidos por el franquismo en referencia a la toma de huellas dactilares con tinta sobre las cartulinas de las fichas policiales.
Entre las múltiples detenciones y sentencias basadas en la ley de vagos y maleantes, pasó cinco años en la cárcel. De ellos, cinco meses en un campo de concentración de homosexuales en Badajoz. Esto no impidió que siguiera llevando siempre en su bolso una hoja de periódico arrugado con la historia de Marcela y Elisa, las dos mujeres gallegas que se casaron por la iglesia en 1901 simulando que una de ellas era un hombre.
Precisamente, Marcela y Elisa dan nombre al premio que entrega anualmente la Asociación pola Liberdade Afectiva e Sexual (ALAS) de A Coruña, y que en 2019 le dieron a ella como ejemplo de lucha por la integración y diversidad sexual. "Para mí este premio significa todo, porque nunca me han dado nada en la vida. Siempre me he visto muy marginada y muy mal", dijo entonces.
En 1977 encabezó la primera manifestación del Orgullo LGTBI en Barcelona y siguió ofreciendo una resistencia "disidente y brava frente a la represión, la cárcel, los abusos policiales y el señalamiento de una sociedad que no entendía (y a veces aún no entiende) lo que se sale de la (supuesta) noma(liad)", según publicó en Facebook Eva Mejuto.
Vuelta a A Coruña
Trinidad decidió regresar a A Coruña en la década de 1990 y en 207 la Ley de Memoria Histórica la reconoció oficialmente como víctima de la dictadura. "Visitar a 'La Trini' era volver con una montaña de regalos: sortijas, collares, ropa, libros, recuerdos, cotilleos... Todas las pertenencias y memorias que había ido acumulando en una vida llena de experiencias, aventuras, varias vidas en una sola que ella gustaba de compartir y recordar, ora con amargura, ora con nostalgia. 'Que me quiten lo bailado, yo paso de todo', era su frase de cabecera".
"Nuestra memoria es diversa y colorida, no olvidemos a quien empezó nuestra lucha, con todo en contra, tenemos mucho que aprender de esa generación. Y todo que agradecer. Gracias, Trini, que la tierra te sea leve. Donde estés, no olvides que somos muchas las personas que te quisimos y admiramos. ¡Que te quiten lo bailado, y pasa de todo!", concluye el texto.
