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Política

11 momentazos de Mariano Rajoy que muestran que no es el mejor orador del Parlamento

Los lapsus de Rajoy, el político más esquivo con los medios, está lejos de ser el mejor orador del Parlamento.

Dicen que un silencio apropiado puede ser el más elocuente de los discursos, y eso deben haber pensado los profesionales de la Asociación de Periodistas Parlamentarios al conceder el premio de mejor orador parlamentario a Mariano Rajoy. Convierten así al político más silencioso, al del plasma, en el supuestamente más capacitado. La actividad parlamentaria de Rajoy se puede definir como coyuntural y por momentos estoica. Impasible aguanta envites internos y presiones externas, siempre silencioso y firme, girando la cara ante los problemas. Así se ha convertido en un superviviente de la política, elegido presidente una y otra vez, apoyado por unos y por otros partidos, sin concesiones, sin proposiciones, durante mucho tiempo sin hablar en público, pero siempre recio aguantando el chaparrón.Sin embargo, en lo aséptico del presidente los cronistas parlamentarios han sabido ver triunfalismo y convicción. Habrá quien haya dado razones de peso para alzar a Mariano como mejor orador -me gustaría oirlas-, pero esto son Los Replicantes y aquí el dedo siempre está en la llaga. Lo que os proponemos es un repaso por los momentos de decadencia.

Todo controlado
"Todo controlado"

1 "Hasta las próximas elecciones", ¿cómo interpretraría Freud este lapsus?

Se tiende a reconocer de Sigmund Freud la aburridísima interpretación de los sueños y su compulsivo consumo de cocaína, pero se habla menos de lo conveniente del estudio de los lapsus linguae. El creador del psicoanálisis concebía los errores del lenguaje una puerta abierta al inconsciente de las personas, y a lo largo de detallados estudios de caso interpretaba todo tipo de errores del lenguaje. Su obra más asequible para el lector ajeno a la psicología es la Psicopatología de la vida cotidiana, un entretenido ensayo en el que analiza errores del lenguaje cotidianos a los que trata de dar interpretación. Con Rajoy se puede hacer una segunda parte de esta obra perfectamente, ya que el presidente atesora una larga e incómoda retahíla de ejemplos.

El último tiene menos de 24 horas, un capitular "hasta las próximas elecciones" en la cena navideña del partido. Mariano, más relajado de lo habitual porque ayer jugaba en casa, cerró su discurso ante los compañeros de partido despidiéndose "hasta dentro de muy poquito y ya preparando las próximas elecciones". Casi más importante es la otra parte del discurso en la que asegura que él "es más de desayunar que de cenar". Sobre la carrera electoral rápido disculpó el lapsus, pero era ya muy tarde, la interpretación freudiana no deja lugar a la duda en este caso.

2 El clásico Ruiz- ruin. Esto ya es historia

Mariano se vio con el agua al cuello por momentos, presionado, enfadado, rodeado de corruptos, y con Podemos y Ciudadanos incomodando a la política tradicional. El cara a cara con Sánchez fue un momento tenso, lleno de reproches entre ambos gladiadores. Rajoy, tras rechazar acudir al debate a cuatro bandas, lo que automáticamente le debería expulsar de por vida de cualquier posibilidad de ser nombrado el mejor orador, se sentó desatado frente al ex-secretario general del PSOE y ante la mirada nerviosa del perenne Campo Vidal. En esa tesitura, acalorado y atropellado, Mariano firma la histórica frase: "De lo que no se puede ya recuperar uno es de la afirmación Ruiz, ruin, mezquina y miserable que ha hecho usted hoy aquí".

3 "Lo que hemos hecho es engañar a la gente"... ya decía yo

Si pensamos en una democracia idílica capitaneada por el respeto de los políticos ante las instituciones, subirse a la tarima del Parlamento supondría ser el ejercicio máxima de honestidad. A Rajoy nadie le puede negar este sentimiento, ya que el 20 de marzo, en pleno debate de investidura, le entró un arrebato de sinceridad: "Lo que nosotros hemos hecho es engañar a la gente". Eso no es todo, porque en 2012 también tuvo otro de estos arrebatos: "Dije que bajaría los impuestos, y los estoy subiendo".

4 Siempre España, mucho España

En lo que nunca nos ha engañado el presidente es en su sentimiento patrio. En sintonía con el paraguas rojigualda del Cifuentes, el sermón patriótico de Rajoy hace sacar lo mejor de su verbo: "Los españoles son muy españoles y mucho españoles. Muchas gracias".

5 "Me gustan los catalanes porque hacen cosas"

Que ningún independentista se sienta atacado en ningún momento por el patriotismo del presidente. El otoño de 2012 Rajoy se deshacía en halagos para la población catalana: "Me gustan los catalanes porque hacen cosas".

6 Todo es ETA, hasta una "gran nación"

El patriotismo, sin embargo, también le ha jugado malas pasadas, afirmando abiertamente que "ETA es una gran nación".

7 La rebelión de las máquinas: "Lo que va a hacer nunca una máquina es fabricar máquinas"

Adentrándonos en la política laboral, Rajoy ha sentado cátedra sociológica. Mientras que la OIT denomina a los autoempleados como grupo vulnerable del mercado de trabajo, Rajoy erre que erre con los emprendedores. Esto le lleva a reunirse con un grupo de mujeres emprendedoras el último Día de la mujer. Después de un par de frases hechas sobre las bondades del autoempleo, el presidente ya estaba lo suficientemente relajado como para soltar la bomba: "Tenemos que fabricar máquinas que nos permitan seguir fabricando máquinas, porque lo que va a hacer nunca una máquina es fabricar máquinas. Esa batalla la tiene que ganar el ser humano".

8 Simple humildad: "Algo se habrá hecho bien, aunque sea por equivocación"

Esto no es un despiste, un lapsus o un error. Es simple y llana humildad. Ataques feroces durante la investidura, y de nuevo aflora el Rajoy más estoico: "Algo se habrá hecho bien, aunque sea por equivocación".

9 "Somos sentimientos y tenemos seres humanos"

El presidente también arrancó fiero el año 2016, tras ser nombrado persona non grata en su querida Pontevedra. De las cosas verdaderamente importantes, de sus funciones como presidente, se muestra más reacio con los medios -así es él-, pero lo de Pontevedra le dolió. Le dolió de veras. A Susana Griso Mariano le confesó en directo: "Yo tengo sentimientos. A veces alguno cree que los que nos dedicamos a la política no tenemos, pero somos sentimientos y tenemos seres humanos". En esa misma conversación también vio conveniente compararse con Hitler y Stalin. Lo dice él, no yo: "Ni a Hitler ni a Stalin los declararon persona non grata en Pontevedra. Yo soy el único de la historia de la ciudad que soy persona 'non grata'."

10 El vecino y el alcalde

Pero Rajoy tiene un sueño: una reforma electoral para los municipios para lograr que en ayuntamientos gobierne directamente la lista más votada. Quiso reivindicar esto en Benavente (Zamora), y le patinó la lengua: "Es el vecino el que elige el alcalde y es el alcalde el que quiere que sean los vecinos el alcalde". Esto en realidad no hace ninguna gracia, porque si un día Rajoy logra hacer su sueño de designación de alcaldes realidad 200 ayuntamientos actuales pasarían directamente a manos populares apisonando los pactos municipales.

11 Esto es un presidente, sí señor: "A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión"

Pero Rajoy ha firmado sin querer su epitafio. Se han escrito sendos artículos por plumas muy afiladas tratando de ofrecer una fotografía precisa de nuestro presidente. Sin embargo, Julio Rodríguez, buen poeta y amigo, siempre alaba la exposición simple y clara de las ideas. Rajoy toma nota de este dogma, porque ha sabido definir su dilatada carrera presidencial en sólo dieciséis palabras: "A veces la mejor decisión es no tomar ninguna decisión, que también es tomar una decisión".

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